Me queda claro que el ayuntamiento de Pachuca no tiene ni idea de lo que va a hacer con el problema de la basura. A diario, las calles de la capital se llenan de bolsas y desperdicio, mientras el municipio se toma su tiempo para pensar que hacer con un mal latente, visto a todas luces y que deja un mal sabor de boca a los ciudadanos.
Durante su campaña, una de las banderas de Yolanda Tellería fue la ineficacia de Cambio Verde y del ayuntamiento para hacer frente a la recolección y confinamiento de los desechos; pero tardó más en hablar que en poner siquiera una luz en el camino de lo que la administración municipal debe hacer al respecto. En campaña dijo que colocaría contenedores de basura y botes en las colonias que lo necesitaran, además de que trazaría un proyecto en el que se decidiría si se contrataría a una empresa o sería el ayuntamiento el responsable de su recolección.
Han pasado seis meses y el problema ya le explotó al ayuntamiento; primero fue el cierre del relleno sanitario de El Huixmí por falta de pago y luego la expiración del contrato con la ya ineficaz empresa Cambio Verde.
Ayer, mediante un escueto comunicado, el ayuntamiento reconoce lo que ya se dijo en estas páginas, que apenas arrendaron —en lo oscurito— cinco camiones a la empresa Lumo, esa que está llena de controversia y señalamientos, con lo cual creen se resolverá el problema.
Todo indica que pasarán los días y los pachuqueños seguiremos viendo como nuestra ciudad se convierte en un vertedero de desechos, una ciudad sucia que no se veía hace mucho, una ciudad que, si fuera vista por Antonio Tellería, causaría uns gran crítica, pues el impulsó mantener un municipio limpio.