Donald Trump actúa igual que los hombres que aseguran amar a su familia, y luego golpean a su esposa y a sus hijos con cualquier pretexto.
El próximo presidente de Estados Unidos dice amar a los mexicanos y tener una muy buena relación con el gobierno de Peña Nieto, pero de inmediato amenaza con construir un muro en la frontera, cobrarlo a México por la fuerza y despojarnos de empleos legítimos.
Eso fue lo que hizo ayer Trump en una rueda de prensa, donde por cierto terminó peleando con el reportero de CNN. Ese es el empresario-político que, según confesó apenas hace un par de días Luis Videgaray, es “muy amable y negociador” (¿?).
Ante la inacción del gobierno mexicano, que escucha los insultos y amenazas y se queda callado, los ciudadanos no tenemos otra opción que actuar en consecuencia y pegarle a Trump en donde más le duela: en el bolsillo de sus gobernados.
No es fácil, pero debemos implementar un boicot de cuatro años contra el gobierno de Trump, con la esperanza de que no logre una reelección.
Para ello debemos evitar los viajes de Estados Unidos. Además de recorrer todo México, si queremos salir al extranjero podemos ir a Canadá, Cuba, Panamá (paraíso de las compras, dicen), Guatemala, República Dominicana…
Debemos buscar los productos nacionales, y los fabricantes deben colocar etiquetas visibles que digan lo que queremos saber: Hecho en México.
Debemos comprar autos hechos en nuestro territorio, por manos mexicanas.
No caigamos en la comodidad de quedarnos quietos. Trump no tendrá ninguna consideración hacia nosotros.