En 2015 algunos colegas y políticos me preguntaban con insistencia: “¿Cómo es posible que tu periódico apoye al Bronco?” Mi respuesta era automática: “¿Mi periódico? Házmela buena.”
Era más fácil responder así. No tenía sentido tratar de explicar que, aunque El Norte publique mi columna en Monterrey, el periódico no es de mi propiedad ni tengo influencia sobre su línea editorial. Tampoco valía la pena argumentar que, aunque el diario era crítico del gobierno priísta de Rodrigo Medina, esto no significaba que apoyara a Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.
Ya nadie me hace la pregunta. La hostilidad del Bronco contra El Norte y otros medios quedó de manifiesto este 26 de junio cuando declaró: “Ya es hora de ponerles un alto a los medios. Cuando mienten, nadie les dice nada. Tenemos que regular eso, que exista el tema de réplica que no la dan, y que evidentemente la dan el día después, ya cuando hicieron daño.”
La ira del Bronco es consecuencia de un reportaje en que El Norte encontró que la revista Ar. (aregional) cobra 400 mil pesos por una portada, mientras que el Grupo Vallas pide 7 millones por promoverla con espectaculares. El gobernador de Nuevo León, quien ha señalado su interés por buscar la Presidencia de la República, estuvo precisamente en la portada de esa revista y recibió una intensa promoción de espectaculares tanto en Nuevo León como en la Ciudad de México. El gobernador niega haber pagado un centavo.
Este tipo de promociones se han vuelto muy comunes desde que en 2007 la legislación electoral prohibió la compra de tiempos de radio y televisión. Se han multiplicado las revistas y los libros que muestran en sus portadas a políticos que ambicionan algún puesto electoral y que reciben una gran promoción en espectaculares. Ahí están los casos de Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle. Otras formas de promoverse son peores. Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya simplemente han tomado los tiempos de radio y televisión de Morena y el PAN para promocionarse. El Bronco no está buscando quién se la hizo sino quién la va a pagar: “Le he pedido al procurador que empezara primero a ver la posibilidad de demandar al periódico El Norte por mentirosos.” Supongo que ya no hay criminales que combatir en Nuevo León por lo que el mejor uso del tiempo del procurador del estado, Bernardo González, es atacar a un diario. El gobernador también amenazó con demandar a Televisa, TV Azteca y Milenio (aclaración de interés, yo colaboro con El Norte y con TV Azteca). Rodríguez Calderón afirmó que ya no hablará con El Norte: “A partir de hoy, cero -le dijo al reportero—. No me preguntes, ni me hagas que me preguntes.” Y añadió: “Tengo derecho a decidir a quién le puedo dar la información, ¿o no?”
El reportaje de El Norte es impecable. Un reportero consiguió los costos de la portada y la promoción en espectaculares que recibió el mandatario. La reacción de éste es típica de un gobernante autoritario. Los “medios mentirosos” lo persiguen. Parece que estuviéramos escuchando a Donald Trump: Fake news media.
La experiencia con El Bronco recalca que un político es un político, no importa si es independiente o miembro de un partido (aunque El Bronco fue miembro del PRI durante 30 años). Para ellos, los medios independientes son siempre un enemigo. Prefieren a los medios que, a cambio de un precio, les garantizan una cobertura positiva. y muchos, muchos espectaculares.
Multa a Google
Una cosa es tener un monopolio por decisión de un gobierno y otra muy distinta lograr preeminencia en el mercado por innovación tecnológica. Éste es el caso de Google. La decisión de la Unión Europea de imponerle una multa de 2,420 millones de euros parece una medida proteccionista.
