En semanas recientes mucho se ha dicho que, salvo que cometa un error grave, Andrés Manuel López Obrador puede convertirse en presidente de México.
Pues bien, a mi juicio López Obrador acaba de cometer un error, aunque todavía puede ser pronto para calificarlo de grave. Me refiero a la exigencia del político de Morena de que las fuerzas armadas de México den a conocer la lista de nombres y edades de los hombres muertos en un tiroteo entre criminales y miembros de la Marina en Tepic, Nayarit, hace unos días.
La intención de López Obrador, entiendo, es mostrar que las fuerzas armadas usaron fuerza desigual (incluyendo un helicóptero artillado) en el tiroteo, y que muchos de los fallecidos eran menores de edad. El problema en el que se mete AMLO es que al hacer sus exigencias no únicamente se enfrenta a la milicia nacional, sino que también a una gran parte de la sociedad que defiende el actuar de los hombres y mujeres que se enfrentan a diario contra el crimen organizado, una tarea que no les corresponde, pero que cumplen sin chistar.
Sobre López Obrador caerán muchas críticas por su demanda. No se sorprenda si en un par de días comienzan los debates en torno al tema, y que más de un político (Margarita Zavala ya comenzó) lance críticas directas sobre el líder morenista.
¿Será el tema del tiroteo en Tepic el nuevo “Cállate, chachalaca” de López Obrador? Me temo que sí. AMLO está en campaña y debe tener cuidado con lo que dice. A estas alturas del partido uno o dos puntos porcentuales bastan para perder una elección.
