Para cuando lea usted estas líneas, es muy probable que se haya elegido ya al nuevo dirigente de los profesores en Hidalgo. No sé quién sea el nuevo secretario general de la Sección XV del SNTE, pero me queda claro que, sin importar el nombre, su trabajo es fundamental para el estado.
Los profesores de todo el país son pieza clave en el desarrollo de la sociedad, y en Hidalgo hay mucho aún por hacer. Es cierto que el nivel de aprendizaje de los alumnos en la entidad ha mejorado en años recientes, pero se puede avanzar más en beneficio de todos.
El nuevo dirigente sindical del magisterio tiene sobre sus hombros el papel histórico de luchar por la defensa y la mejora de sus agremiados, pero también de los estudiantes.
El gobierno federal anunció hace unos días el llamado Nuevo Modelo Educativo, mismo que pretende dar un giro a la manera de enseñar a los niños en las aulas. La iniciativa parece tardía, aunque correcta, pero falta lo más importante: que los profesores se sumen al esfuerzo y ayuden a convertir en realidad lo que hasta el momento es sólo un proyecto.
Y aquí es donde recalco la importancia del sindicato y de su nuevo dirigente: ojalá que el secretario o secretaria general de la Sección XV sepa conducir, desde el punto de vista sindical, a sus compañeros para sumarse a un plan de mejora y llevarlo a cabo.
No se trata de que la nueva dirigencia abandone las conquistas sindicales, o las relegue. No. Lo que puede vestir al secretario general de la Sección XV, como a todos los profesores, es que Hidalgo tenga profesores mejor retribuidos y, por supuesto, líderes en la implementación del Nuevo Modelo Educativo. Yo hago votos para que, en pocos años, Hidalgo sea ejemplo a escala nacional en materia educativa, y que sus profesores sean orgullosos puntas de lanza en el crecimiento de nuestro país.