Futbol 2.0
 
Hace (81) meses
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Es el 27 de junio de 2010. El invierno austral se deja sentir con todo en Johannesburgo, Sudáfrica, y los aficionados reunidos en el estadio Soccer City guardan un silencio sepulcral. En la cancha, 11 hombres en camisetas verdes y 11 en “remeras” a rayas blancas y azules esperan ansiosos, con la mirada clavada en la pantalla del recinto, donde se ve la leyenda: “VAR, Incident Under Review”.
Tras algunos minutos, que se hacen eternos, el árbitro Roberto Rosetti separa su mano derecha de su oído, hace sonar su silbato y levanta la mano para indicar que Carlos Tévez estaba en fuera de juego al anotar el que habría sido el primer gol de Argentina en el juego de octavos de final contra México. El marcador se mantiene empatado a cero y Óscar Pérez reanuda las acciones con un tiro libre indirecto…
¿Qué habría pasado después? ¿Qué habría pasado si hubieran revisado en video el penal contra Holanda en el Mundial de Brasil?
Desde el pasado Mundial de Clubes, la FIFA implementó la revisión de jugadas a través del VAR (Video Assistant Referee). En ese torneo, la primera “víctima” fue el Atlético Nacional de Colombia, al que le marcaron un penal en contra ante el Kashima Antlers y, ahora, el uso de la tecnología en el futbol vuelve a estar en el ojo del huracán.
Con el VAR de moda, el debate respecto al uso de la tecnología se volvió a poner en la mesa, con voces a favor y en contra desde todas las trincheras del deporte: jugadores, analistas, comentaristas, exárbitros y aficionados.
Como un aficionado más, me permito decir que estoy totalmente de acuerdo en que se ponga la tecnología al servicio del futbol con la finalidad de garantizar, en la medida de lo posible, que la justicia impere dentro del terreno de juego, en el entendido de que nos conviene a todos. Por eso intenté empezar este texto con un ejercicio de imaginación, ¿qué habría pasado en aquel juego con Argentina?
Es momento de aprovechar todos los recursos al alcance del árbitro para que el resultado de un partido sea lo más justo posible. Seguirá habiendo errores, seguro; pero por eso mismo es importante asegurar que el ganador de un juego o un torneo lo sea de la manera más transparente posible, lo que a la larga se traducirá en más credibilidad para el deporte.
Y para quienes piensan que la tecnología atenta contra la esencia del deporte, sepan que lo que ahora conocemos como futbol es completamente diferente a la esencia del futbol original: un deporte sin árbitros, sin tiro penal, en el que no se valían los pases hacia adelante, no había cambios y los porteros podían agarrar el balón fuera del área.
Lo que intento decir es que la evolución del futbol, como la de cualquier otro aspecto de nuestra modernidad, es inevitable y habrá que acostumbrarnos a un futbol distinto, a un futbol 2.0.

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