El Alto Funcionario del Estado le ordenó al señor equis:
-Di “Sí”.
El señor equis dijo: “Sí”.
El No Tan Alto Funcionario del Estado le ordenó al señor equis:
-Di “Sí”.
El señor equis dijo: “Sí”.
El Bajo Funcionario del Estado le ordenó al señor equis:
-Di “Sí”.
El señor equis dijo: “Sí”.
Entonces llegó el Más Bajo Funcionario del Estado y le dijo al señor equis:
-Te equivocaste. Debiste haber dicho “No”.
-¡Todos me ordenaron que dijera “Sí”! -gimió el señor equis.
-Ellos no saben -replicó el Más Bajo Funcionario del Estado-. Aquí el único que sabe soy Yo.
¡Hasta mañana!…
“Escaseará el trigo”
Con traza despreocupada
me comentó un borrachín:
“Eso no importa, que al fin
la cerveza es de cebada”.