“La contaminación no se enteró que habían dejado de circular un millón de vehículos.”

Héctor G. Riveros

Desde 1989 el Hoy no Circula ha sido el arma favorita de los políticos para combatir la contaminación del aire en la zona metropolitana de la Ciudad de México. El problema es que no ha funcionado.
Quizá usted me cuestione. Los índices de contaminación hoy en la Ciudad de México son más bajos que a fines de los años 80, cuando se introdujo el Hoy no Circula. Sin duda el programa sí ha tenido éxito.
Pues no según Héctor G. Riveros del Instituto de Física de la UNAM (vea su video Contaminación en la Ciudad de México y los intentos para reducirla en la página de Youtube del Instituto de Física). El doctor Riveros señala que ni la aplicación del Hoy no Circula el 20 de noviembre de 1989, cuando dejaron de circular el 20 por ciento de los autos privados cada día, ni su fortalecimiento en julio de 2008, cuando se restringió la circulación también los sábados, produjeron reducciones en la concentración de ozono.
A pesar del Hoy no Circula el consumo de gasolina mantuvo su crecimiento desde 1990, excepto en la crisis económica de 1995. Desde 1993, en cambio, se registró una caída gradual en las emisiones que coincide, no con el Hoy no Circula, sino con la introducción de los convertidores catalíticos. Fue la tecnología, y no la restricción a la circulación, la que disminuyó la contaminación.
Por deformación profesional el político siempre quiere prohibir, pero la restricción no funciona cuando la gente depende del auto para llevar a cabo sus actividades. Si al ciudadano se le prohíbe usar su auto, no toma el micro o el metro sino que busca otro vehículo. A veces emplea uno de manera más intensa para servir a toda la familia. Si no puede usar su auto poco contaminante, con frecuencia recurre a taxis que contaminan mucho más. Algunos emplean el auto en días o momentos en que antes no lo usaban. Por eso el Hoy no Circula original aumentó la circulación los sábados. El hecho es que el programa no disminuye la contaminación.
La ineficacia quedó de manifiesto nuevamente en la contingencia, la primera en 14 años, del 14 al 17 de marzo. El Hoy no Circula se aplico a la antigua, como Manuel Camacho en 1989, y retiró el 20 por ciento de los vehículos, incluso los de holograma 0 y 00 que supuestamente tenían derecho a circular, más la mitad de los autos con hologramas 1 y 2.
El retiro de un millón de vehículos de la circulación no hizo que bajara rápidamente la contaminación. La contingencia se mantuvo tres días y de hecho fue suspendida el 17 de marzo a pesar de que las mediciones seguían mostrando una mala calidad de aire. Supongo que las autoridades ya querían que la gente saliera de la ciudad para Semana Santa. La verdad es que los vientos, y no la restricción, resolvieron la crisis.
Para enfrentar el problema de largo plazo hay que ampliar el transporte público en alcance y calidad. El objetivo debe ser convencer a la gente de usarlo porque es cómodo, conveniente y seguro, y no porque no tiene opción.
Los políticos, sin embargo, suelen estar más interesados en prohibir, en restringir la circulación de autos privados, que en mejorar el transporte público. Tienen un incentivo perverso para ofrecer soluciones mágicas que de un golpe parezcan resolver el problema. Mejorar el transporte público es un proceso largo que requiere de inteligencia, planificación y recursos. Los gobiernos prefieren usar el dinero para programas sociales, ya que éstos compran votos, antes que para financiar mejores servicios públicos.
El Hoy no Funciona ha sido un fracaso. Pero eso no impide que haya grupos que quieren imponerlo nuevamente a todos los vehículos. Quizá es porque les gusta prohibir o tal vez quieren promover la venta de autos.

Solana

Secretario de comercio, de educación dos veces y de relaciones exteriores, director general de Banamex y secretario general de la UNAM, Fernando Solana fue respetado a lo largo de décadas. Marcó una época de la política mexicana.