Se soltó el Aquelarre y que nos agarren confesados. El Morelia está sintiendo que le llega el calor del infierno y sus aficionados andan de capa caída, buscando todo lo que se puedan encontrar en el camino para hacer frente al descenso, que lo tienen a la vuelta de la esquina porque lamentablemente ya no dependen de ellos mismos.
Pues les cuento que hace unos días, decenas de lectores se metieron al Facebook de la bruja Zulema para pedirle que se aparezca por el estadio Morelos para aplicar uno de estos ritos con los que ya se hizo famosa, para ver si les puede ayudar a Monarcas en la salvación.
Incluso, uno de los aficionados la presiona para que se presente antes de que los Pumas visiten el Cerro del Quinceo, a fin de que esa noche todas las energías puedan centrarse en que nada le salga al equipo de Francisco Palencia, que dicho sea de paso, anda tan mal que se la ponen bien fácil a la bruja.
Algunos aficionados de Morelia hasta han hecho proyecciones de todo lo que se perdería económicamente si se los carga el payaso del descenso, pues se estiman que sería unos 26 millones de dólares.
En fin que la afición está sufriendo en serio y, si ya le “funcionó” a Cruz Azul, pues lo peor es no intentarlo…

¿SE AVENTARÁ?
Ahora que se anda moviendo el tema de que en América podrían darse cambios en la directiva y que el actual director de selecciones, Santiago Baños, suena como una posibilidad, yo me pregunto: ¿a poco Baños aguantaría estar detrás del equipo más mediático del futbol mexicano y que partido a partido esté en el paredón en caso de no ganar?
Baños ni siquiera soportó esa presión de cada jornada cuando era suplente del suplente allá en el Necaxa de finales de los 90, y ahora resulta que ya lo ponen para soportar el manejo de un equipo del tamaño de las Águilas.
Y claro, me dirán los de su porra que “pero si es el director de Selecciones Nacionales, ahí también hay mucha presión”. Pero no, es obvio que no es lo mismo tener un par de partidos cuando se da una fecha FIFA y cinco “moleros” al año de los que ya se sabe que va a ganar el Tricolor, que estar cada fin de semana con las veladoras para que el proyecto no se te caiga.
Y en el Tri, pues ya se sabe también que el primer pagano siempre se vuelve el entrenador y no el directivo al mando, y menos cuando el mero mero es el presidente de la FMF.
Y luego está la seguridad de tener a cargo a la Selección Mayor en Copa Confederaciones y en un Mundial al que ya prácticamente está clasificado México y no viendo si América se mete a la liguilla o lo tachan de fracaso.