Historias de la creación del mundo.
El Espíritu Santo inspiró al Padre, y el Padre les prohibió al hombre y a la mujer que comieran el fruto del árbol del bien y del mal.
Lo prohibido, ya se sabe, atrae más que lo permitido.
La mujer entonces inspiró al hombre, y ambos comieron el fruto del árbol del bien y del mal.
El Espíritu Santo inspiró otra vez al Padre, y el Padre expulsó del paraíso a la mujer y al hombre.
Salieron ellos del edén muy tristes.
El Hijo los vio; se compadeció de ellos y les dijo:
Cuando sea mi tiempo iré con ustedes.
En efecto, llegado el nuevo tiempo fue con ellos.
Y con ellos permanece hasta ahora.
¡Hasta mañana!…