¿Me quieres o soñé que me querías?
No sé si eres una sombra que va junto a mi sombra o yo soy una sombra que va tras de tu sombra y tras mi sombra. Cuando te alcanzo no eres tú lo que alcancé: es algo que se ha ido y que otra vez buscaré sin encontrarlo.
Mujer: ¿eres mujer o eres neblina de mujer, nube de mujer, aliento vago de mujer? Pongo mis manos en ti y es como si en nada las hubiera puesto. Te toco y no dejas en mis dedos calor de cuerpo o frialdad de alma. Eres lo que no es; lo que no ha sido nunca; lo que jamás será.
La inasible. La insensible. La indecible. Huyes hasta de tus fugas. Ni a ti misma te sientes. Ninguna palabra te puede pronunciar.
Si alguna vez vuelvo a soñarte ni siquiera sabré que te he soñado.
Si alguna vez vuelves a amarme ni siquiera sabré que me quisiste.
Eres tan tú que contigo jamás podré ser yo.
¡Hasta mañana!…
“Se dice que los gatos tienen nueve vidas”
Con emoción que conmueve
maulló el gato: “¡Eres mi vida!”.
Y la gatita, sentida:
“¿Nomás ésta? ¿No las nueve?”.