A punto estaba de concluir una capítulo más de la novela de La triste historia de la beba abandonada, cuando comenzaron los balazos y eso desvió la atención.
Con tremendo acontecimiento en el Caribe mexicano, donde las cosas están que arden por las revanchas del crimen organizado (ahora si parezco escritora de novelas policíacas), pocos se enteraron del giro que tomó la historia de la bebé abandonada en la autopista México -Querétaro y que, providencialmente, fue rescatada por oficiales de la Policía Federal.
Y cuando a punto estábamos de enterarnos de la decisión de saber con quién se quedaba la bebé mientras su madre continua en el hospital recuperándose de las lesiones que le provocó la persona que intentó arrebatarle a su hija, nos dimos cuenta de que ahora sí el diablo anda suelto.
Me cae que no ganamos para sustos.
Primero fueron los gasolinazos que nos trajeron jodidos los primeros 18 días de este 2017; luego se levantaron algunos bloqueos que desde principios de año paralizaron las actividades cotidianas en Ixmiquilpan y otros municipios de Hidalgo.
No terminábamos de reponernos del madrazo de ese primer aumento de los combustibles, cuando nos vino otro chingadazo: el alza de los productos de la canasta básica, como la tortilla, que ha llegado hasta los 20 pesos en algunos lugares del país y que ha provocado molestias por ser otro golpe al bolsillo de los mexicanos.
Y para tratar de remediar la economía de los hidalguenses, el gobernador Fayad presentó unas medidas de apoyo en las que se prevén recortes hacia los gastos del gobierno que se espera permitan recuperar gran parte del gasto público.
Caso contrario sucedió con los diputados federales, quienes también presentaron algunas medidas de recorte presupuestal, pero que se incrementaron otros apoyos económicos en su beneficio, como es el caso de vales para gasolina de varios miles de pesos. Lo bueno es que el fuero no los libera de recibir recordatorios familiares.
Si esto no fuera suficiente, se incrementan los casos de violencia en otros estados del país que han llamado la atención de la gente: las balaceras en Playa del Carmen y Cancún, las cabezas encontradas en Monterrey, la investigación en el caso de Ana Gabriela Guevara, los sacerdotes asesinados, los gobernadores prófugos, uno de ellos, incluso, el de Veracruz, acusado recientemente por engañar dando agua destilada en vez de quimioterapia a niños con cáncer, lo que nos tiene verdaderamente encabronados.
Y ante esto, y coincidentemente, hace 71 años se constituye en México el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), a quienes se le atribuyen varios de los problemas por los que atraviesa el país y a quienes por cierto, pertenecen algunos de los gobernadores y estados en donde predomina la violencia, la crisis más aguda y los casos de corrupción y narcotráfico más severos.
No hay mucho que celebrar y sólo seguir resistiendo y ajustando cinturones ante los intentos de nuestros gobernantes por hacer creer que las medidas podrían ayudar al empleado despedido, al ama de casa que a diario intenta hacer rendir el gasto, al burócrata con sueldos raquíticos y horarios más demandantes, a los jubilados cuyas pensiones no alcanzan para sobrevivir, y a los estudiantes quienes no ven en Hidalgo lugares propicios para trabajar, emprender y encontrar una fuente de trabajo digna.
Palabras más, palabras menos
Un día como hoy pero de 1923 nace el escritor Ricardo Garibay, notable hidalguense, quien desde Tulancingo, Hidalgo, donde nació, se destacó con una vasta obra literaria.
