En dos semanas se presentarán ante la Comisión de Procesos Internos del PRI en Hidalgo, los aspirantes a una candidatura a diputado local por alguno de los 18 distritos que conforman la geografía electoral estatal. La pregunta es si el actual aparato las planchará o jugarán a la democracia. 
Sabemos, por las convocatorias, que la mitad de los distritos —los de mayor importancia— se “definirán”, entre comillas, mediante una convención de delegados, lo cual, nos hace pensar que solamente se registrarán candidatos únicos, previamente apalabrados. Estos distritos son Huejutla, Ixmiquilpan, Huichapan, Pachuca, Villas del Alamo, Tula de Allende, Tepeji del Río de Ocampo y Tepeapulco, la mayoría en manos de la oposición.
Las listas de aspirantes, como en todos los cargos, son largas. Sin embargo, al ser la elección de menor importancia cobra más bríos debido a que los actores de mayor fuerza buscarán, seguramente, una diputación federal. 
De esta manera, llegaremos al 29 de enero con la posibilidad de conocer a los aspirantes en estos distritos, previamente palomeados por el partido.
Ese mismo día se inscribirán los precandidatos para Zimapán, Zacualtipán, San Felipe Orizatlán, Mixquiahuala, Actopan, Metepec, Apan, Tulancingo de Bravo y Tizayuca. Éstos, dice la convocatoria priísta, se elegirán por la vía llamada Comisión para la Postulación de Candidaturas, la cual, en un principio, pretende ser democrática y dejar de lado los acuerdos para centrarse en las evaluaciones. 
Nombres podríamos decir muchos, pero es ahora, justo en estos días, cuando las definiciones comenzarán a surtir efecto, pues una vez que el partido tiene un candidato a la presidencia es más fácil decantar el vaso. Cabe mencionar que las listas previas, que ya no tienen razón, constaban de decenas de actores. Para estas fechas, creo, no deben superar los cuatro aspirantes, pues el partido, a cargo de Leoncio Pineda, ha tenido tiempo de restaurar las estructuras dañadas por el pasado.

Guadarrama y sus amigos
A José Guadarrama no le fue muy bien en sus redes sociales luego de que presumiera una foto con Ricardo Anaya, durante su visita a Pachuca, este lunes. Aunque perredistas y panistas quieran simular una unidad, ésta jamás se ha logrado. La izquierda progresita perredistas y la derecha conservadora y mocha del PAN no parecen una buena mancuerna. A pesar de que los votantes los vean como una opción, los resultados en gobernabilidad han demostrado que el único avance que consiguen es en la captación de votos. Regresando al tema de Guadarrama, sus mismos seguidores, quienes lo trataban de “profesor” y “amigo” le recriminaron con fuerza el cambio de amistades, pero sobre todo, de ideología.