Como siempre, las alianzas que se tejen al calor de los triunfos financieros, económicos y hegemónicos sin mirar dónde están parados, terminan mal. Tal parece que así ha ocurrido con los aparatosos y muy dañinos acuerdos financieristas que se pactaron para atesorar mayores riquezas y, a la postre, arruinar a países enteros en su mejor economía y bienestar, apenas alcanzados.
Como ha quedado claro, el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump es producto de las crisis de medio planeta que armaron los grandes especuladores financieros, aglutinados en ese uno por ciento que denunciaron los protestantes contra Wall Street en Estados Unidos. Y, desde luego, es difícil que con poco más de 2 mil millones de dólares de fortuna el micromagnate de Nueva York participe en las rondas de la macroespeculación donde circulan y deciden millonetas que rebasan los 50 mil millones de dólares (como Bill Gates y otros) y donde se mueve como pez en el agua George Soros, multimillonario húngaro estadunidense de origen judío.
Especulador mundial de altos vuelos que presume la especulación como fuerza superior a la realidad de las economías, Soros se lanzó en el foro económico mundial de Davos contra el ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamándolo aprendiz de dictador, estafador al que el seudo filántropo augura que su gobierno fracasará de manera estruendosa. Califica al gobierno estadunidense del empresario inmobiliario como una “dictadura parecida a un Estado mafioso, lo opuesto a la sociedad abierta”.
Al especulador le duele la derrota de los demócratas en las pasadas elecciones presidenciales, con Hillary Clinton a la cabeza, pues él coparticipó en el financiamiento de la campaña. Por ello “a título personal estoy convencido de que fracasará. No porque gentes como yo quisieran verle fracasar, sino porque las ideas que le guían son eminentemente contradictorias y esas contradicciones ya están encarnadas por sus consejeros y su gobierno”, estampó Soros en la exclusiva reunión de multimillonarios en Davos.
Pero ¿quién es este Soros? La leyenda oficial cuenta que en 1930, como adolescente hijo de padres judíos fue exiliado de Budapest por los nazis. Pasando por Inglaterra, donde estudió en la Escuela de Economía de Londres, llegó a EU a mediados de los años 50 del siglo pasado. Se sintió atraído por Wall Street y tuvo una carrera bastante discreta hasta 1969. Entonces se hizo cargo de la administración de un cuantioso capital, narra una página de internet.
Y sigue: Vendió acciones, que no eran suyas, confiando que su precio caería antes del plazo fijado y podría recomprarlas a menor precio. De estos capitales nació el Grupo Quantum, una batería de capitales especulativos que opera desde las Antillas holandesas. Hoy es considerado una de las ‘maquinarias inversoras’ más influyentes del mundo, registrada en el oasis fiscal de las Antillas Holandesas (Aruba) para evitar a las autoridades estadunidenses, Describe sus “principios” en el libro La Alquimia de las Finanzas, en el cual dice “lo que crean los especuladores será más importante que la realidad de la economía”.
Este especulador es el que llama a Trump estafador, cuando en todo caso tanto a Soros como a Trump les encantan las estafas.
