Trofeos históricos, menospreciados
 
Hace (73) meses
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En medio de convulsiones de todo tipo coexistimos más de 7 mil 500 millones de seres humanos en el globo terráqueo, “en un mundo de perros”, “en un perro mundo”; “donde vivimos como perros y gatos”; sin embargo, en nuestro planeta hay un privilegio, el privilegio de ser perro.

Se estima que en el orbe, habitado por 7 mil 500 millones de humanos, existen entre 150 mil y 180 mil millones de canes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala, según estudios, que hay 26 perros por cada habitante en países desarrollados y 150 perros por cada 5 habitantes en países subdesarrollados.

 

LOS PERROS EN MÉXICO
La Asociación de Productores de Alimentos para Perros y Gatos (Amascota) calcula que de 26 millones de mascotas en México, 19 millones 500 mil son perros.

La revista Forbes confirma que de acuerdo con el censo 2016 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México es el país de América Latina con el mayor número de perro,s con aproximadamente 19.5 millones en todo el país, lo que se traduce en que 7 de cada 10 hogares en México cuentan con una mascota.

 

DEL PERRO MUNDO AL MUNDO DEL PERRO

Los modos de vida del perro en general han cambiado radicalmente en los últimos años. Antes era común que sólo en el medio rural una familia tuviera dos o tres perros. En las ciudades habría cuando mucho en tres de cada diez casas, y no como en la actualidad, de siete en cada diez.

 

EL PRIVILEGIO DE SER PERRO

La adopción de mascotas ha cambiado la vida de esos fieles animales. Sus dueños proporcionan alimentos balanceados, ropa, atención médica, vacunación contra parásitos y enfermedades. Los servicios caninos se han extendido en la contratación de cuidadores, guarderías, “perruquerías” y estéticas; fotógrafo para perros; seguro para protegerlos como un miembro más de la familia, contra eventos comunes que pongan en riesgo su salud o su vida. Incluso se anuncian cuidados específicos con condiciones especiales: “tercera edad”, enfermos crónicos, con alguna discapacidad o de raza Si consideramos que en 55 de cada 100 hogares mexicanos hay al menos una mascota, de acuerdo con una encuesta publicada en abril de 2014 por Consulta Mitofsky, parece ser que en el país aumentará el privilegio de ser perro.

 

POLÍTICOS CON SEMEJANZA CANINA

En estos días de efervescencia preelectoral, incontables políticos, incluidas desde luego mujeres que reclaman su fifti- fifti (mitad y mitad) en las actividades políticas, se ha desatado la fiebre del hueso.

Sin vergüenzas que esconder, esos políticos procuran mantener las regalías que les concede la política mexicana. No importa que los tilden de chaqueteros, ni les interesa que los motejen de chapulines, camaleones o lagartijas. Ellos se asemejan a los perros: son felices con un hueso.

Correligionarios del PRI, del PAN, del PRD maniobran en busca del hueso: los diputados quieren ser senadores; los presidentes municipales aspiran a ser diputados locales o federales; los regidores desean una curul; dirigentes de partidos, que viven sin trabajar, reclaman el hueso de la continuidad.

Hay renegados de esos partidos que ya se quitaron la camiseta y hacen valer la sentencia: “Con la política hasta la ignominia”.

Los perros sin importar razas o mezclas son leales hasta la muerte. Muchos humanos, no.

Lo anterior lo comprobamos con el registro de las planillas para senadores y diputados de los nueve partidos que han creado alianzas, en las que aparecen nombres de los desleales que no quieren soltar el hueso.

 

CONTIGO HASTA LA IGNOMINIA

El imaginario mesías del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, el supremo histrión del tercer milenio, acepta en su partido a todos los que se le acercan. Perdona a quienes hace años se burlaron de él. A esos descarriados les ha prometido hueso. Unos, en las listas de candidatos para diputados; otros para el Senado.

Más de uno de los desleales que figuran en el elenco del Privilegio de ser perro, forma parte del gabinete del que ya se siente presidente de México.

 

MÉXICO, EDÉN DEL HUESO

Agarrar hueso y huesear son dos cosas diferentes.

Agarrar hueso significa obtener un empleo por “palancas”, pero huesear es agarrar lo que caiga, cuando caiga. Agarrar hueso en México quiere decir conseguir un empleo en el aparato burocrático sin méritos, gracias a influencias. Es el privilegio de ser perro.

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