Antier Criterio dio cuenta de la historia de María Guadalupe Jerónimo Hernández, una anciana abandonada que ha perdido la cuarta parte de su rostro tras un cáncer agresivo. Desnutrida y con la poca ayuda de algunos conocidos, esta mujer ha sufrido al igual que muchos ancianos el abandono. Ayer, el sistema DIF Hidalgo volteó los ojos al barrio de Mexiquito, en San Agustín Tlaxiaca, para dar atención médica y legal a la mujer que veía sus días pasar postrada en una cama.
La casa de Guadalupe Máximo Hernández, transcribo la nota de Marisol Flores, publicada el 23 de febrero en este diario, tiene un patio de tierra y tres cuartos. “Donde ella se encuentra postrada, las paredes son blancas y el espacio reducido; tiene un altar con dos imágenes de vírgenes, agua oxigenada, gasas, unas tijeras, una veladora y un rosario”.
De acuerdo con un comunicado, la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia acudió al domicilio de María Guadalupe y tras percatarse de las condiciones en las que se encontraba se comenzaron a preparar los argumentos legales necesarios para abrir una carpeta de investigación y un juicio de pensión alimenticia contra sus hijos. Los daños en su rostro, dicen las autoridades, son irreversibles; sin embargo, el sector Salud le prestará atención médica, pues presenta múltiples heridas. La idea es rehabilitarla.
Desde ayer fue internada en la Casa de la Tercera Edad, en la cual permanecerá un mes para determinar si puede o no regresar a casa.
Esta acción se dio gracias a una denuncia de un lector, Esperanza, quien trabaja en un consultorio de medicamentos genéricos, quien le prestó atención. Ahora, Guadalupe tiene otra esperanza, aunque la vida y los hijos son ingratos.