El malestar ciudadano contra el gobierno de Pachuca y la colocación de parquímetros ha subido de tono de manera alarmante. Los actos de rebeldía han pasado de las marchas al vandalismo como acto de resistencia, el daño a los equipos y a la infraestructura creada para ellos va en aumento.
Hace una semana, manos anónimas destruyeron la base de un parquímetro colocada en la calle de Cuauhtémoc; este fin de semana, los parquímetros fueron dañados con espuma de poliuretano, además de la destrucción de más bases en las calles en las cuales aún no se colocan y donde los vecinos están en pie de lucha.
Además de una mala estrategia de comunicación con la ciudadanía, mediante la cual se intente justiciar su colocación, la alcaldesa de Pachuca, Yolanda Tellería, traicionó a quienes votaron por ella, ciudadanos que pensaron que con su llegada se recuperaría la vía pública, que fue rematada de manera cínica por el exalcalde Eleazar García.
Basta recordar que una de las principales banderas del PAN en la elección fueron los errores priístas; ahora, creo, si se consuma la colocación de parquímetros en más calles de la ciudad, en PAN firmaría su carta de despido en la capital del estado.