A una semana de que se celebre el primer debate entre los candidatos presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, abanderado de Morena, advirtió que se incrementará la guerra sucia en su contra.
Casi al finalizar un mitin, en Tecate, Baja California, el aspirante consideró que sus oponentes apostarán a intensificar las críticas y acusaciones.
“Esta semana, ya lo sé, porque los conozco muy bien, aunque se disfracen, esta semana van a intensificar la guerra sucia porque están apostando a que, como el domingo próximo viene el debate, van a empezar toda la campaña negra, porque creen que con eso ya nos van a bajar”, afirmó.
“No les va a funcionar, no les va a servir, es inútil, nada más se van a seguir exhibiendo”.
Consideró que sus adversarios tardarán dos semanas en darse cuenta que su estrategia no funcionó, por lo que enfilarán sus acciones para tratar de ganar espacios en el Congreso federal.
“Cuando ya pase el debate, calculo que en 15 días, ya se van a dar cuenta de que no hay nada que hacer”, afirmó.
“Cuando se den cuenta que ya no van a poder con la Presidencia, van a apostar a la Cámara (…) se van a atrincherar los de la mafia en el Congreso”, dijo.
En Ensenada, horas antes, presumió que está en condiciones de ganar la elección con una diferencia de 10 millones de votos y alertó que esa ventaje en las encuestas ha generado preocupación en sus oponentes.

Le preocupa Trump
En Rosarito, Andrés Manuel López Obrador reconoció que le preocupa que Donald Trump tenga una mala imagen de México en materia de corrupción.
Tanto en su discurso, como en entrevista, el tabasqueño pidió al republicano tener en claro que no todos los mexicanos no son corruptos.
“Se hizo la idea de que todos los mexicanos somos corruptos y eso no es cierto. Los gobernantes de México sí son corruptos pero no el pueblo de México”.
El candidato recordó que Trump intentó, sin éxito, realizar proyectos inmobiliarios en Rosarito y en Cozumel, Quintana Roo.
“Trump tiene aquí edificios abandonados (…) se quedó con una mala imagen por esa inversión que no pudo terminar”, dijo.
Antes de aspirar a la Casa Blanca, el polémico empresario participó en un proyecto para construir departamentos de lujo; sin embargo, se quedó sin fondos y derivó en demandas que hicieron fracasar el negocio.
Aunque se negó a opinar sobre la ofensiva armada contra Siria, López Obrador insistió en rechazar la militarización de la frontera.
“Le decimos de manera muy respetuosa a Trump que no esté amenazando con muros, ni con militarizar la frontera”, expresó.

Claudia Guerrero
Agencia Reforma