Con 36 años de tradición, el Acozac es un billar y bar que actualmente recibe a tres tipos de clientes: por las mañanas y medio día a universitarios, por la tarde a funcionarios o empleados de bancos y por las noches llegan vecinos de Periodistas, Madero y Cuauhtémoc. “Todos son gente de otro nivel, es un ambiente familiar y tranquilo”, afirmó Carlos Santillán, dueño del lugar.

El primer día que abrió sus puertas fue el 16 de septiembre de 1981 y han cambiado desde ese entonces; por ejemplo, los aparatos electrónicos, para evitar que el espacio se pierda en el tiempo; sin embargo, las decoraciones se mantienen, así como algunos de sus clientes. “Aquí se junta la juventud con la gente adulta”, afirma Don Carlos.

Recuerda que actualmente vienen los hijos de sus primeros clientes, pero también llegan sus nietos. Al inicio sólo era un billar donde vendía pastes, refrescos y cigarros; conforme pasaban los años, los mismos asiduos le pidieron vender bebidas alcohólicas.

Entre las más famosas y tradicionales están las micheladas, que aprendió a hacer de su padre; desde 1972, con 12 años, supo cómo se preparaban. Aunque reconoce que ahora se escarchan diferente, les agrega un hielo y limón. Esta bebida tiene un costo de 70 pesos, pero va acompañada de una botana, un ambiente ameno y música al gusto.

Con el paso de los años ha visto cómo las mujeres se abren espacios, incluso el cambio de pensar de la sociedad, pues recuerda que antes era muy raro verlas en estos lugares; ahora es común, además considera que en este espacio ellas están seguras. Muchos han sido los personajes que por aquí han pasado; por ejemplo, algunos luchadores que antes de ir a cumplir su compromiso a la Arena Afición, como El Solitario, Gran Amada, el mismo Toño Barretero de Pachuca, Los Tiburones, Los Villanos, Negro Navarro.

También a jugadores de futbol como Óscar el Conejo Pérez, Chavira, Jorge Salazar (en paz descanse), Cesáreo Victorino; así como políticos, “aunque antes de que llegaran a ser lo que ahora son , fueron mis estudiantes de villar”, entre diputados, senadores, secretarios, incluso algunos que son conocidos a nivel federal.

Don Carlos afirma que este negocio es absorbente y desde los 19 años ha estado enfocado a sacarlo adelante, aunque tiene la satisfacción de darles a sus hijos carreras universitarias, además de que ha podido estar cerca de ellos, pues también le ayudaron en algún momento a atender a la clientela.

¡Ya sabes a dónder ir!

Martha de la Rosa | Pachuca

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