Diego Alonso vive una de sus peores crisis como técnico del Pachuca.

Lo anterior no sólo se basa en sus números, sino también en la última declaración que dio tras el empate ante Toluca, en la que dio a entender que, si los jugadores no le echaban ganas, él estaba de más aquí.
Este Apertura 2017, por más que ha buscado, el Tornado no ha encontrado un cuadro base, ha probado diversos parados en el campo, aunque la posición que más pesa en la lateral por derecha, donde Raúl López, Robert Herrera y José Joaquín Martínez se la han “rolado” sin mucho convencimiento, quizá el último mencionado, por la garra y lucha, es el que mejores cuentas entregó.
La afición ya está impaciente y lo demostró en el último partido, al gritar nuevamente, como hace dos años y medio, “fuera Alonso”. Inclusive, en redes sociales, muchos de éstos consideraron que el ciclo del charrúa con Pachuca está por terminar.
Lo triste de la crisis de los Tuzos es que ocurriera precisamente en un semestre tan importante, con Liga MX, Copa MX y Mundial de Clubes, razón por la que la directiva realizó una fuerte inversión, sobre todo con jugadores como Puch y Honda.
Ambos han quedado a deber con los Tuzos; el primero, luego de brillar con Necaxa, equipo al que llevó hasta las semifinales en el Apertura 2016, no ha encontrado regularidad por las lesiones, recordando que tampoco hizo la pretemporada por disputar la Copa Confederaciones con su selección.
En el caso del japonés, llegó con bombos y platinos; sin embargo, también se perdió una terca parte del torneo por lesión; quizá en los últimos partidos ha venido a más, pero, seguramente, el tiempo no le alcanzará, al menos en la liga, de mostrar su calidad.
Pachuca aún tiene la esperanza de rescatar el semestre con la Copa MX, trofeo que no tienen en sus vitrinas y en el que seguramente apostarán todo, y en el Mundial de Clubes, donde buscarán hacer historia, y, por primera vez, alcanzar una final.

DESANGELADO STAND
Fue muy triste ver el poco espacio destinado al deporte en la feria San Francisco 2017, recordando que en años atrás tenían todo un pabellón, donde el público podía conocer más de las disciplinas que más se practican en el estado.
El espacio pudiera ser lo de menos, pero también estaba vacío, solo una mesa y sillas con volantes que promocionan las escuelas de iniciación del Centro Estatal de Alto Rendimiento.
Tantos logros de deportistas que pudieron proyectar en este espacio, pero, bueno, yo sólo digo.