En días recientes hemos hablando de varias finales, en especial de futbol, pero dejemos de lado un rato al deporte más popular del mundo y hablemos del basquetbol, en especial de los Golden State Warriors, quienes este lunes se proclamaron monarcas de la NBA y consiguieron su quinto título en su historia.
Los de California llegaron a las finales con un solo objetivo: cobrar revancha de lo ocurrido en la temporada pasada cuando los Cavs y LeBron James tuvieron la mayor recuperación en la historia de la NBA al remontar una serie adversa de 3-1 en siete partidos y de esta manera arrebatar el título a los Warriors.
Detrás de la quinteta de California se encuentra Steve Kerr, quien consiguió su segundo título al mando de los Golden State, resultado por el cual algunos medios han especulado que el entrenador tendría continuidad para el siguiente torneo, y no veo por qué no habría de quedarse al frente del actual campeón, si demostró que tienen al mejor equipo ofensivo y defensivo de la liga, como lo constató la tremenda paliza que le propinó a los Cavs en los primeros dos juegos en casa y la manera de imponerse en el último encuentro.
La continuidad de Steve al mando de los de California no depende de los directivos o de lo que digan los medios de comunicación, al entrenador en jefe lo aquejan problemas de salud en la espalda desde hace unos años e incluso ya se sometió a una operación, por lo que se perdió varios partidos la temporada pasada y, en la más reciente, después del segundo juego en la primera serie de los playoffs se ausentó para atender las fuertes molestias.
El día de la final, tras la coronación de sus pupilos, Kerr no pudo contener las lágrimas, y cómo no, si luchar por tener al mejor equipo de la NBA y sortear sus problemas de salud debió ser una
labor titánica.
Esperemos que Kerr mejore su salud para la próxima temporada y lo veamos en las duelas tomando con más fuerza el timón de los Warrios para mantenerlos en los primeros planos y, ¿por qué no? guiarlos hacia otro campeonato.
LE DICEN QUE NO A TRUMP
Este miércoles Stephen Curry, hizo oficial la postura de los Warriors de no asistir a la Casa Blanca, si es que Donald Trump les hace la tradicional invitación.
Esto se debe a que durante su campaña Trump se valió de una serie de “términos racistas, misóginos e insultantes”, con los cuales los elementos de california no están para nada de acuerdo.
Aplaudo la decisión del actual monarca de la NBA y no por rebeldes, sino porque es una forma de decirle a su gobierno que no están de acuerdo con algunas o muchas de sus políticas.
