El tema de estas semanas ha sido el papel de la Selección Mexicana en la Copa Confederaciones Rusia 2017, y por su puesto las rotaciones que realiza el estratega Juan Carlos Osorio en cada duelo.
Buenos pues, yo no me voy a subir al tren de las críticas hacia el Predicador por dicha situación él sabe cómo hace su chamba y se ve reflejada en sus resultados. Me enfocaré en el sentir de la afición tricolor, que así sea un partido molero u oficial prendemos el televisor para ver al Tri, o mejor aún, si hay billete y es México nos lanzamos al estadio.
Considero que como fieles aficionados a la Selección Tricolor, estamos cansados de ver a nuestros representantes sufrir en cada duelo, ya sea jueguen contra un equipo de menor envergadura (sin menos preciar el esfuerzo de cada conjunto) o con un “grande”.
Me pregunto si algún día veremos al Tricolor desplegar un buen futbol en cualquier cancha, que puedan sobreponerse ante el rival que sea, revalidar esa etiqueta del Gigante de Concacaf, y que ese conjunto de jugadores europeos nos deleiten con sus buenas habilidades.
Pareciera una misión titánica dar ese salto y dejar de ser una selección de medias tintas; como aficionados queremos ver a un equipo que se haga respetar en el terreno de juego, que las etiquetas de favorito sean más frecuentes y por supuesto, ver un buen futbol en cada encuentro.
¿De qué dependerá tal petición? Podría decir que del técnico, porque si algo no funciona, lo primero que pedimos es la cabeza de quien está al frente; sin embargo, creo que depende de cada elemento que se pone la camiseta verde, es por ello, que este jueves espero un buen partido ante Alemania.