En muchas actividades están ligadas a una parte de esoterismo y misticismo; el futbol no es la excepción.
El jugador galés del Arsenal, Aaron Ramsey, y un servidor tenemos algo en común, compartirnos un entorno una tipo maldición en el futbol.
En mi caso, dicen las personas cercanas a mí, equipo que apoyo, mismo que pierde, casos recientes la Juventus, en la Concachampions, y Chile, en la final de la Confederaciones, aunque el Cruz Azul, equipo del que soy fan, ese se cuece aparte, ésos están malditos desde siempre.
También aplica en la playera que me pongo, me tocó ver perder a mi Boca Juniors en la pasada Copa Libertadores, a la Selección Mexicana y al Pachuca, todo en esta H. Redacción, donde no para el bullying por esta situación.
En el caso de Ramsey, como todos sabemos, cada que anota un gol una personalidad importante pierde la vida, como ocurrió el pasado jueves con Chester Bennington, vocalista de Linkin Park.
Desde 2009, Aaron suma 21 personalidades que “ha despachado”, entre los que destacan Antonio de Nigris, Osama Bin Laden, Steve Jobs, Muamr Al-Gaddafi, Whitney Houston, Chavela Vargas, Paul Walker, Robin Williams, entre otros.
Pero lo que pasa con el jugador británico no es más que una coincidencia, pues todo los días muere gente en el mundo, además debemos tomar en cuenta que algunos de los antes mencionados no murieron en el momento del gol, sino con horas o días de diferencia.
Ya que toqué a La Máquina, el pasado torneo dio mucho de qué hablar sobre este tema, tanto que una bruja fue a realizar un rito en La Noria para quitarle todos los males que han aquejado a Cruz Azul en los últimos 20 años.
Pero la limpia sólo duró una semana, pues sólo le ganaron al Chivas; al final la volvieron a cruzazulear en las últimas fechas ante los Tuzos, lo que les costó su sexto torneo sin clasificar y con serios problemas de descenso para este Apertura 2017.
En Colombia, el América de Cali tuvo una maldición, conocida como el Garabato, como llamaban una persona allegada al club, que no le permitió ser campeón en 30 años; mientras, en Portugal, el Benfica también carga con una cruz que no le ha permitido ser campeón de algún certamen europeo, ya sea Champions League o Europa League; en total llevan ocho finales pérdidas desde 1962; esto, porque su extécnico, el húngaro, Bela Guttmann, los maldijo tras ser destituido.