El polémico grito “ehhh… puto” que la afición mexicana se caracteriza por gritar cada ocho días en los estadios del país, ha generado varios problemas a la Federación Mexicana de Futbol con la FIFA y es que este ya trascendido las fronteras. Hasta el momento, la FMF ha sido multada económicamente en ocho ocasiones con cifra que alcanza ya los dos millones 298 mil pesos.
Para el partido que disputó ayer la Selección Mexicana, el máximo organismo del balompié advirtió que si la afición que se dio cita reincidía en el cantico, este sería suspendido o en caso extremo se le daría el triunfo a Nueva Zelanda, pero al parecer la amenaza surtió efecto, pues fueron aplausos lo que se escucharon en el estadio en lugar de gritos. Según un reporte de NonViolence, dos seguidores mexicanos habrían sido desalojados del Fisht Stadium por este hecho.
¿Pero de dónde viene este polémico grito? Éste surgió en la década de los 80´s y no en una cancha de soccer precisamente, fue en el futbol americano cuando en cada Kickoff la porra aplaudía y comenzaba a gritar ‘eeh… pum’ al momento de que el pateador tocaba el ovide.
Y fue por ahí del 2003 que llegó al futbol, cuando el canterano de los Zorros del Atlas, Oswaldo Sánchez regresó a la Perla Tapatía para incorporarse a las filas de las Chivas del Guadalajara, ocasión en la que declaró que agradecía que los rojiblancos le hayan dado la oportunidad de debutar, pero que su corazón pertenecía al Rebaño Sagrado.
Declaraciones que generaron gran enojo en la afición de la Barra 51 del Atlas, quienes aprovecharon el clásico tapatío para gritarle “ehhh…puto”; cántico que se fue expandiendo por todos los estadios del país cada vez que un arquero hace un saque de meta.
Dicha situación ha generado un sin número de debates, que si es homofóbico o no, que si la FIFA no entiende a la cultura mexicana, que si es una falta de respeto para el portero, etcétera. Pero esto no surgió ayer, ya tiene sus añitos y la federación nunca puso atención a dicha situación, hasta que le empezó a pegar en el bolsillo, ahí si salió a decirle al mexicano que era “malo” insultar al árbitro, hasta lanzó la campaña “Abrazados por el futbol”, que a muchos les importó un reverendo cacahuate.
Si bien es algo que los aficionados disfrutamos de hacer en el estadio y que no pasa de un simple grito y ya, considero no pasa nada, el asunto es la connotación que las demás personas le den y se puedan sentir agredidas. Entonces respetemos esa situación optemos por no gritar fuera de México o simplemente no hacerlo más.