Los Borregos del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Hidalgo, tocaron el cielo con las manos la noche del pasado 6 de abril en Puebla.

Como tres años atrás, el equipo ovino conquistó la Liga de la Asociación de Baloncesto Estudiantil al derrotar al equipo de casa en la final, para obtener su segundo título y, así, convertirse en la franquicia más ganadora en la corta existencia del organismo.

Para darle a la hazaña de este año una mayor dosis de dramatismo, la campaña de los hidalguenses tuvo ciertos paralelismos respecto de la de 2014. En ambas oportunidades se coronó jugando ante el equipo de casa (en 2014 venció al Tec de Monterrey regiomontano), las dos conquistas estuvieron cargadas con la emoción de increíbles remontadas y en ninguna los dirigidos por Sergio Molina eran favoritos.

En esta ocasión, los Borregos se clasificaron a los Ocho Grandes como terceros de su conferencia y fue ya en esta etapa final, que se llevó a cabo en el Nido de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, cuando los hidalguenses demostraron que estaban para cosas grandes.

El camino inició en cuartos de final, donde enfrentaron a sus “hermanos” del Tec campus Guadalajara. Un año antes, los tapatíos habían venido de atrás para eliminar a los hidalguenses; sin embargo, en esta ocasión los de Pachuca remontaron un marcador adverso para llevarse la victoria 79-71.

En semis aguardaban otro rival jalisciense y una épica de proporciones bíblicas. Los Borregos perdían ante la Panamericana de Guadalajara 61-49 con sólo dos minutos por jugar y la temporada por la borda. Sin embargo, los ovinos regresaron de la tumba gracias a un par de triples de Josué Andriassi y una fe a prueba de balas.

Las Panteras no pudieron con la presión y Emmanuel Trinidad consiguió dos tiros libres sobre la hora que metieron a los hidalguenses en la final con una pizarra de 63-61.

La final parecía el escenario perfecto para la coronación de las Águilas de la UPAEP, pero los hidalguenses arruinaron la fiesta y se quedaron con el campeonato gracias a un triunfo de 65-61.

El duelo por el título no estuvo exento de emociónes, pues los locales apretaron en los momentos finales para forzar el alarge, pero la suerte estaba echada y la noche les pertenecería a los hidalguenses, que se volvieron a coronar en patio ajeno.