La fiebre mundialista se sintió con mayor intensidad en Guadalajara, con la visita del trofeo más anhelado en el futbol mundial. El campeón en México 86, Jorge Valdano, fue el embajador del evento.
“Siempre digo que levantar la Copa del Mundo me hizo un poquito más feliz el resto de mi vida y quiero desearles que sea algún día México, como país, quien tenga el honor, el orgullo y la satisfacción que merecen de sentirse un poco más feliz el resto de su vida, levantando una Copa del Mundo que ayude a todos a unirse alrededor de este extraordinario objetivo que tiene un poder simbólico incomparable”, reveló Valdano.
“La Copa del Mundo ocupa un lugar preferente en mi vida y en la vida de cualquiera que quiera al futbol. Es un sueño que le pertenece a millones de niños en el mundo entero y además es un sueño en el que cabe todo un país, no hace falta ser jugador para soñar que uno puede ganar la Copa del Mundo, cuando se gana, un país entero disfruta de ese momento”, añadió.