El Barrial se convirtió en una sucursal del estadio BBVA, pues más de 2 mil 500 aficionados aprovecharon el puente vacacional para apoyar a los Rayados en el entrenamiento.
Familias enteras, miembros de la barra y jóvenes acudieron hasta el centro de entrenamiento de La Pandilla.
Mil 500 personas entraron a la tribuna de la cancha 1, mientras que otro millar se quedó afuera, en donde parecía un día normal de juego hasta con venta de souvenirs.
Los jugadores titulares que hicieron trabajo regenerativo se acercaron a la malla ciclónica y luego lo hicieron la mayoría del resto del plantel.
“¡Capi, dame la camisa!”, gritaba un joven a José Basanta mientras este repartía firmas.