Aficionado al Guadalajara, Diego González de 21 años dijo ser estudiante de bachillerato, pero se autopuso de vacaciones desde el domingo con la idea de conseguir boletos para la final y apoyar a sus Chivas ante los Tigres.
“Cuando se acabó el partido contra Toluca, festejamos un ratito nada más y luego nos formamos en la fila”, relató el primer seguidor del Rebaño en conseguir boletos este martes, como poseedor de Chivabono.
En chancletas, con una silla de jardín plegable en sus manos y su ficha número uno como el primero de la fila, Diego ingreso a la zona de taquillas minutos antes de las 10:00 horas. Casi 35 minutos después vio premiada su espera de más de 37 horas sobre la banqueta, durmiendo dos noches bajo el frío de la zona de madrugada y el calor del sol del mediodía en el exterior del estadio.
“Dormimos dos noches, estuvimos todo el lunes aquí, pero valió la pena. Ya están los boletos en mis manos, vamos estar en la final y vamos por el campeonato.
Diego adquirió tres boletos de la zona alta de 400 pesos cada uno.
Sin sanitarios, ni alguna regadera cerca para tomar una ducha, el seguidor del chiverío, dijo haberse turnado con un familiar para hacer menos larga la espera.

¿Cómo mataban el tiempo?
“Platicando, hablando de futbol, con bromas y alegres sobre todo por estar en la punta, hasta adelante de la fila. Se siente muy bien”, respondió.
“Vamos a ser campeones, estoy seguro. Por eso esperamos acá para apoyar al equipo. Si ganamos o perdemos, estaremos todos juntos en las buenas y en las malas”.