Veinte días después de haber pasado por el quirófano, Isaac Brizuela visitó ayer por primera vez el entrenamiento de las Chivas, todavía apoyado en muletas y con una bota terapéutica en su pierna izquierda.
El Conejo fue fracturado por el delantero del Toluca, Rubens Sambueza, el sábado 4 de marzo en partido de la jornada 9, provocándole lesiones como la ruptura de la membrana íntero ósea, además de las fracturas del proximal superior del peroné y del maleolo posterior del tobillo.
El delantero rojiblanco apareció en la cancha vestido con ropa de entrenamiento y fue recibido por sus compañeros, a quienes no veía desde hace varios días.
Luego se sentó en la banca para dialogar con el técnico argenitno Matías Almeyda y con el capitán Jair Pereira.
Tras la lesión que provocó que Brizuela se pierda el resto del torneo Clausura 2017, la Comisión Disciplinaria decretó sólo ocho semanas de castigo para Sambueza, a pesar de que la solicitud de la directiva que encabeza Jorge Vergara había solicitado la inhabilitación permanente hasta la reaparición de su jugador. Sin embargo, esta no procedio.