Sin duda, la noticia del día ha sido la presencia de la selección femenil de Cuba, que realiza su campamento, por 24 días, en las instalaciones del Centro Estatal de Alto Rendimiento, a invitación de la Asociación Hidalguense de Judo.

Gracias a las relaciones del entrenador en jefe de la delegación cubana, Ismael Borboña, quien prestó sus servicios en el CEAR hace algunos años, es como Arturo Flores hizo la invitación para venir a entrenar, aprovechando la altura sobre el nivel del mar de nuestro estado.

Para ello, se cuenta con el Instituto Hidalguense del Deporte, al frente de Fátima Baños Pérez, quien ofreció el hospedaje a las cuatro seleccionadas y dos entrenadores, así como el desayuno y la cena.

La presencia de los cubanos en la Bella Airosa representa una enseñanza y una experiencia más para los judocas de nuestro estado, por el acercamiento y entrenamientos que tienen con los isleños, aseguró Arturo Flores.

Precisamente, los principales beneficiados, son los juveniles que participarán a desde mañana hasta el domingo en el clasificatorio nacional Tomoyoshi Yamagushi, que se llevará a cabo en Yucatán.

A este evento asistirá una delegación de 27 competidores, que buscarán su boleto al Sistema Nacional de Competencias, quienes tuvieron la oportunidad de ver, entrenar y seguir los consejos de los cubanos.
Anímicamente, los muchachos van muy preparados y tenemos la confianza para que se logre el mayor número de boletos a la fase nacional, afirmó la entrenadora en jefe, Verónica González.

Cabe destacar que para las siguientes semanas también se realizará un campamento, con un promedio de 8 o 9 delegaciones de otros estados, que aprovecharán también para topar con los isleños.

Esta es la primera ocasión en la historia del judo hidalguense, que una delegación extranjera hace un campamento en nuestro estado, que le da un valor especial al nivel que ha alcanzado en nuestro país.

De igual manera, el entrenador cubano, Ismael Borboña, se mostró muy agradecido por las facilidades que les han dado Fátima Baños, así como directivos de la asociación y los padres de familia, para cumplir con su objetivo.

Francisco Lozada I Platea 2000