Este domingo se vivirá una muy buena lucha en las instalaciones del Deportivo 11 de Julio, ahí los aficionados de Pachuca, a esta disciplina de maromas, lances y raquetazos, estarán al pendiente de los resultados y seguirán con aceptación el trabajo de la dinastía El Golpeador, con sus hijos Ram El Carnero y Dragón Bane, que han llegado este 2016 a este importante recinto luchístico de Pachuca.
Hemos sido testigos del desarrollo profesional de los hijos de El Golpeador, aparecer en publicaciones internacionales, de revistas como Luchas 2000, y crecer como gladiadores ante importantes retos, como en el Grupo Internacional Revolución, en la arena Naucalpan.
Hemos sido testigos de la madurez en el cuadrilátero, se establecen estilos y modos.
Ram es mucho más parecido a su padre, el estilo del heredero mayor, es más recio, más agresivo, más intenso, sus movimientos se manifiestan con mucha fuerza en la zona de combate.
Ram ha tenido buenos maestros, y ha sido un buen alumno, ha sabido mover al público, llama la atención, la gente, por lo regular, suele tomarle odio como rufián, como un luchador de estilo rudo, por su propia personalidad que proyecta en el cuadrilátero. Su estilo se ha consolidado y en cualquier arena, en la que se ha presentado, logra llamar la atención.
Por otro lado su hermano menor, el volador, el aéreo ha marcado así su propia personalidad; es decir, Dragón Vane ha mostrado que suele moverse con dominio completo, en lo aires, en el espacio, rompe la ley de la gravedad, y sus movimientos se elevan sobre el vacío para causar daños, y estragos sobre los oponentes.
Las cosas van por buen camino, ambos jóvenes gladiadores han mostrado esa ambición y trabajo de competencia, pues es notorio el resultado del entrenamiento, se ve en los movimientos en el cuadrilátero en esta nueva etapa en el Centro Social y Deportivo 11 de Julio, la dinastía de Los Golpeadores llegan para seguir la inercia del resultado de mucho trabajo y disciplina.
Las acciones de una herencia se viven con Dragón Vane y Ram El Carnero, quienes se han mostrado orgullos del legado que ha dejado su padre sobre la zona de combate, habrá que ver, hacia donde siguen caminando esta dupla de gladiadores orgullosamente de Pachuca; ellos demuestran que pueden triunfar en cualquier lugar, con base de mucho trabajo y esfuerzo.
Adriana Ramírez y un servidor siempre hemos recibido trato amable y profesional, cuando tenemos entrevistas directas con esta peculiar familia de gladiadores.