América entró en comunión con sus aficionados a través de dos de sus exponentes, Agustín Marchesín y Paolo Goltz, quienes decidieron romper con los protocolos en la salida del club después del entrenamiento y se acercaron a atender las peticiones de sus aficionados.
Cuando en el Nido de Coapa la costumbre de la mayor parte de los jugadores es salir en su automóvil y en contadas ocasiones bajar la ventanilla para dar algún autógrafo o posar para una foto con los seguidores que acuden al lugar, ahora el deseo de acercamiento partió de los propios futbolistas.
Marchesín fue el primero en hacerlo. Antes de cruzar por el portón del club hacia la calle, detuvo su automóvil, descendió, pidió al personal que le abriera la puerta y caminó hacia los seguidores que esperaban afuera, cerca de 50 y entre ellos un equipo de futbol infantil con todo y uniforme puesto.
El arquero americanista sólo pidió que fuera con un poco de orden y accedió a repartir firmas y posar para selfies y demás fotografías.
El defensa Goltz también estaba a punto de salir con su vehículo y al ver la situación frenó su marcha y se estacionó detrás del auto del guardameta. De la misma forma caminó hacia la gente y se unió a Marchesín para satisfacer a los aficionados.
Después de aproximadamente 10 minutos de convivencia, ambos futbolistas regresaron a sus carros y ahora sí abandonaron la sede americanista, entre aplausos y agradecimientos de
sus seguidores.