La Copa Oro le salió tan mal a Juan Carlos Osorio que no podrá estar en la cancha en el siguiente partido del Hexagonal, cuando México reciba a Panamá el primero de septiembre.
El técnico pagó cinco de los seis partidos de suspensión que le impuso la FIFA por su conducta en el partido por el tercer lugar de la Copa Confederaciones, frente a su similar de Portugal.
Los federativos Decio de María y Guillermo Cantú lo han respaldado públicamente, más allá de los cuestionamientos al timonel que, ayer en la semifinal contra Jamaica, sorprendió al apenas hacer dos rotaciones.
México se concentra hasta la última semana de agosto, de cara a la continuación del Hexagonal en el que prácticamente está a un partido de amarrar la clasificación al Mundial de Rusia.
El ingresar a la Copa del Mundo sin sobresaltos fue el principal objetivo de la Federación Mexicana de Futbol para este 2017, seguido por un buen desempeño en la Confederaciones y por último en la Copa Oro, en la que se jugó con un plantel alternativo.
El 5 de septiembre, México visita a Costa Rica, quizá ya con el boleto a Rusia 2018 en la mano. Hace un año, Osorio tuvo un verano de terror tras lo ocurrido en la Copa América; hoy la situación no parece tan distinta.