A 25 años de distancia la historia se repitió. Tras un empate en tiempo regular 1-1, los Tuzos del Pachuca, campeones en la temporada 1991-1992, ganaron en penales 4-2 a un combinado de exjugadores del cuadro hidalguense de otras épocas, en el césped del estadio Revolución Mexicana.
En la serie de penales también se revivieron los recuerdos, ya que a través de esta instancia Pachuca logró el ascenso aquel 14 de junio de 1992, Manuel Padilla, volvió a anotar para darle la ventaja a los suyos, mientras que su compañero Rolando Soto también repitió la atajada que hizo contra Zacatepec para darle el triunfo a los festejados.
Durante el primer tiempo del partido, los Tuzos de 1992 se fueron adelante con gol de Alejandro Bravo, que en el área chica remató de derecha al ángulo para vencer al arquero rival y poner el 1-0 que puso a festejar a los aficionados que acudieron a la celebración.
Para la segunda mitad, fue Carlos Monterrey el encargado de emparejar los cartones para el equipo de los otros Tuzos, que fueron de la década de los setenta, ochenta y noventa, que acompañaron a sus amigos en el recuerdo de 25 años.
Con el duelo concluido en igualdad, se decidió que se cobrara una serie de penales en la misma portería que hace 25 años derrotaron a Zacatepec para conseguir el ansiado retorno a la primera división en la que volvieron a conseguir el triunfo con marcador de 4-2.
Bajo la mirada del entonces técnico blanquiazul Benjamín Fal, los Tuzos del 1992 celebraron el triunfo y sobre todo el reencuentro de los amigos que volvieron a compartir una cancha de futbol que tanta gloria les dejó y que, bajo la mirada del cerro de Cubitos, vivió historia para el equipo hidalguense.