Uno de los mejores técnicos que ha tenido Pachuca en su historia volvió para celebrar con los jugadores junto a los que conquistó hace 25 años el ascenso a primera división para los Tuzos. Benjamín Fal estuvo en el estadio Revolución, al cual considera su segunda casa, y en el que tuvo grandes vivencias.

“Son recuerdos muy bonitos, sobre todo que ves a tu gente que hace muchos años no veías, la gente que te subió, el público que nos ayudó”, comentó el Cuate, que con una sonrisa y sentado en la banca del inmueble dijo: “Da gusto estar aquí, aquí me sentaba yo, me recuerda muchos años y muchas cosas buenas”.

Fal rememoró el momento de los penales aquel 14 de junio de 1992, en una serie que no vio en la cancha ya que ante la emoción del momento prefirió irse al vestidor a rezar: “Estaba en el vestidor, no vi los penales, estaba de rodillas pidiéndole a Dios que nos fuera bien, hasta que llegó (Manuel) Padilla y me dijo ‘profe, ganamos’”.

El entrenador agradeció el apoyo de la afición, la cual señaló aún lo saluda con cariño, aunque también recordó a uno que no lo trató muy bien: “Toda la afición muy bien, menos uno que se sentaba y era grosero conmigo, estaba jode y jode y ojalá estuviera aquí para decirle te perdono”, exclamó entre risas.

Acerca de la diferencia entre el Pachuca de hace 25 años y el de hoy, consideró: “Los tiempos cambian, antes había poca lana, pero nunca me negó nada Villuendas (dueño del equipo en ese entonces), hoy en día hay mucha lana y lo recuperan”, añadiendo que ya tiene muchos años retirado del futbol pero sigue viéndolo.

Así fue el retorno del Cuate, personaje muy recordado en la Bella Airosa por su tiempo como jugador y como entrenador, logrando grandes hazañas en ambas facetas con Necaxa y Pachuca.

Alfonso Rivera