Durante 2017 se activaron 17 alertas Amber en Hidalgo, en cuyos casos todos los menores reportados como desaparecidos fueron localizados, señaló Benigno Delgado Gálvez, coordinador general de Atención a la Familia en la Subprocuraduría de Derechos Humanos y Servicios a la Comunidad de la fiscalía.

El programa inició en junio de 2013. A partir de esa fecha la  Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) ha emitido 188 alarmas, con la totalidad de personas halladas, aunque una sin vida, en 2015, añadió.

En entrevista, detalló que la mayoría de los casos corresponde a jóvenes que huyen de casa por discusiones con sus padres y se refugian con alguna amistad. Excepcionalmente, dijo, se trata de adolescentes violentados por sus progenitores.

El tiempo de retorno a la casa depende de los individuos vinculados con el caso, y si acudieron con algún amigo o con la pareja.

De acuerdo con el funcionario, la Alerta Amber se lanza cuando las condiciones lo ameritan, ya que en caso de secuestro, por ejemplo, la información podría perjudicar el proceso de rescate, explicó el funcionario.

Para la búsqueda de un menor, los padres o tutores deben acudir al Ministerio Público a presentar la denuncia. La información que deben aportar es edad, si se encuentra en riesgo inminente de daño grave, pormenores de las características de la persona, vestimenta y reseña de cómo ocurrieron los hechos.

No se requiere que transcurra un tiempo determinado a partir de la desaparición para lanzar la alerta, pues se debe hacer de manera inmediata. “No se dejan pasar horas, pues son horas importantes para la difusión”.

El paso siguiente es la propagación de la alerta en coordinación de los tres órdenes de gobierno, medios y empresas.

Según el funcionario, existe un trabajo de prevención dirigido a los menores de edad, a través de talleres en escuelas.

En 2018 se han activado dos alertas en Hidalgo: un adolescente de Atotonilco el Grande y un niño de 12 años, en Tulancingo de Bravo.

• Las zonas donde hay más casos son Pachuca, Tulancingo y Tula, por ser los distritos judiciales más grandes, y sobresalen los casos de niños de entre 12 y 16 años de edad.
• La Subprocuraduría de Derechos Humanos recibe solicitudes de escuelas de educación básica para hablar del tema en cuestiones de violencia familiar, ya que los adolescentes y menores se exponen cuando abandonan su domicilio.

Sara Elizondo I Pachuca

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