La corriente de alimentos orgánicos cada vez toma mayor fuerza y su consumo crece a tasas más aceleradas que su producción. Mientras que en el país el consumo crece alrededor de 20 por ciento al año, la producción aumenta 12 por ciento anual, refirió Rita Schwentesius, investigadora de agricultura orgánica en la Universidad Autónoma Chapingo (UACH).

La miel es uno de los productos más vendidos de esta categoría y su consumo aumenta entre 15 y 20 por ciento anual, pero su producción 10 por ciento, informó Taurino Reyes, director ejecutivo de la Certificadora Mexicana de Productos y Procesos Ecológicos (Certimex).

Una situación similar ocurre con las bayas (berries), pues su popularidad va a la alza, por lo que sus ventas crecen 30 por ciento al año, pero su producción se eleva en 15 por ciento, destacó Reyes.
En el país casi no existen cursos de capacitación para preparar a las personas que quieran producir bajo el esquema de orgánicos, lo cual es una razón por la que la oferta es menor al consumo, destacó Schwentesius.

Para Reyes el déficit que existe en la oferta de algunos productos orgánicos responde a que las personas cada vez prestan mayor atención en su alimentación y consideran a estos artículos como sinónimo de salud.

Además de buscar una alimentación saludable, el consumidor toma mayor conciencia acerca del cambio climático y es el cuidado del ambiente una de las características de estos artículos.
Añadió que el mercado de orgánicos se va consolidando en el país a partir de diversos instrumentos como la Ley de productos Orgánicos y el sello Orgánico Sagarpa México.

Frida Andrade
Agencia Reforma