Estados Unidos elogió ayer la decisión de la Unión Europea (UE) de reducir las importaciones de petróleo ruso y pidió esfuerzos a largo plazo para reducir aún más la sumisión, de Moscú.

“Aplaudimos los pasos de nuestros aliados y socios europeos para reducir su dependencia del petróleo y el gas natural rusos”, dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

Destacó que había un “amplio apoyo” entre los aliados de Estados Unidos para “cortar la fuerza de la maquinaria de guerra rusa y ese es el mercado energético de Rusia”.

“La UE dio un paso importante en ese camino a corto plazo, pero también hay un curso a más largo plazo que tiene menos que ver con el día a día y más que ver con las tendencias a lo largo del tiempo y la necesidad más amplia de disminuir nuestra dependencia de la energía rusa”, remarcó.

Price sostuvo que la decisión europea estaba en línea con los objetivos del presidente estadunidense, Joe Biden, de reducir la dependencia de los combustibles fósiles para combatir el cambio climático.

Los líderes de la UE acordaron prohibir más de dos tercios de las importaciones de petróleo ruso, la medida más dura tomada por el bloque hasta ahora en respuesta a la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.

Pero en una exención para complacer a Hungría, que no tiene salida al mar y está dirigida por el primer ministro nacionalista Viktor Orban —de buen vínculo con el Kremlin—, el acuerdo incluye una “exención temporal” para el crudo transportado por oleoductos.

AFP | Washington