La política de despidos masivos impulsada por el gobierno de Mauricio Macri en Argentina se intensificó en ámbitos estatales y privados pese a las protestas multitudinarias realizadas por los trabajadores.

Este lunes, el multimedios Grupo 23 despidió a 136 de los 160 trabajadores de su canal de noticias que funcionaba las 24 horas y que amaneció sin señal por el desmantelamiento de la empresa.
Al igual que había ocurrido en ministerios y dependencias oficiales, los trabajadores se enteraron de su situación al llegar al canal, donde había policías con las listas de las personas que ya no podían ingresar, sin explicación de por medio.
La situación de algunos medios en el país sudamericano es crítica, ya que los trabajadores del diario Tiempo Argentino y de Radio América no cobran salarios ni aguinaldo desde noviembre pasado, por lo que mantienen jornadas diarias de protesta.
En el canal Crónica Televisión despidieron a otros 12 trabajadores y comenzaron una campaña para obligar a muchos otros a aceptar el retiro voluntario, al igual que en el diario Buenos Aires Económico.
Su medida más reciente fue publicar este lunes, en versión electrónica, una edición del diario, mientras que la radio ha emitido programas abiertos desde la calle con el apoyo de algunos de los periodistas o conductores de otros medios.
En el gobierno, la noche del viernes pasado despidieron a 28 trabajadores del Instituto Nacional contra la Discriminación a través de avisos por correo electrónico, una nueva modalidad que se suma a los policías con listas en la entrada de las oficinas estatales y al bloqueo de sus computadoras.
Además, en la Central Nuclear de Atucha, ubicada en la provincia de Buenos Aires, anunciaron el inicio de protestas porque el ministro de Energía, Juan José Aranguren, prometió que no habría despidos, pero ya comenzaron a llegar los telegramas de recisión de contratos que pueden afectar a 600 trabajadores.
En cuanto comenzó a gobernar, el pasado 10 de diciembre, Macri impulsó los despidos masivos con el argumento de que había “muchos” trabajadores en el Estado, política que ha sido continuada en el sector privado.

HUMILLANTES

Miles de trabajadores han sido despedidos de forma humillante, en medio de maltratos, sin explicaciones de por medio y difamados, ya que se les acusa de ser ñoquis, como se denomina aquí a las personas que cobran del Estado sin trabajar.
En el gobierno han reconocido alrededor de ocho mil despidos, pero a nivel nacional van más de 27 mil trabajadores que perdieron su empleo, aunque las cifras seguirán creciendo.
Las protestas han sido constantes, pero tuvieron su punto culminante el pasado miércoles, cuando la Asociación de Trabajadores del Estado y la Central de Trabajadores de Argentina realizaron un paro general y una marcha multitudinaria a plaza de Mayo.