Agencia Reforma
Ciudad de México

Mediante un análisis láser, arqueólogos descubrieron que la milenaria ciudad purépecha de Angamuco, en Michoacán, tenía tantos edificios como la actual Manhattan, en EU.

“Es increíble pensar que esta enorme ciudad estaba en el corazón de México sin que nadie supiera de su existencia”, afirma Chris Fisher, arqueólogo de la Universidad Estatal de Colorado, que ha presentado este último hallazgo en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, celebrada esta semana en Austin, Texas.

“Si se hace la cuenta, de repente estamos hablando de cerca de 40 mil edificaciones, que es, aproximadamente, el mismo número de edificaciones en la isla de Manhattan”, detalla en declaraciones al diario británico The Guardian.

De acuerdo con Fisher, más de 100 mil personas pudieron haber vivido en Angamuco entre el año 1000 y el 1350 a.C; además, su diseño era inusual, pues monumentos como pirámides y plazas abiertas se concentran en ocho zonas alrededor de los bordes de la ciudad, en lugar de ubicarse en el centro. “(Su tamaño) la haría la ciudad más grande que conocemos actualmente en el occidente mexicano durante este periodo”, señala.

Cuando la urbe fue descubierta en 2007, arqueólogos hallaron cerca de mil 500 complejos arquitectónicos en cada kilómetro cuadrado, pero se dieron cuenta de que tardarían cuando menos 10 años en explorar todo Angamuco con el método tradicional, recorriendo el terreno a pie.

Por ello, en 2011, decidieron utilizar la técnica de detección por luz y distancia (Lidar, por su acrónimo en inglés), que implica dirigir una sucesión rápida de pulsos láser en el suelo desde un avión.

El tiempo y la longitud de onda de los pulsos reflejados por la superficie se combinan con el GPS y otros datos para producir un mapa preciso y tridimensional del paisaje, lo cual es especialmente útil en áreas donde la vegetación es densa, indica el diario.

“Donde quiera que apuntes con el instrumento Lidar, encontrarás algo nuevo, y eso es porque sabemos muy poco sobre el universo arqueológico en las Américas en este momento.

“En este momento, cada libro de texto tiene que ser reescrito y, dentro de dos años, tendrán que volver a redactarse”, destaca el investigador.