A Daniel Alonso Rodríguez Pérez, el hidalguense nominado al premio Nobel de la Paz 2017, no le interesa cual será el resultado de quién obtenga el distintivo, pero la aceptación de su candidatura lo motiva a seguir en el defensa de los derechos humanos, sostuvo.
“No me interesa esa nominación. No trabajo por cargos, sino por despertar conciencias”, aseveró.
El joven de 19 años sabe que el padre Alejandro Solalinde es una de las figuras con más peso para ganar la presea, dijo en entrevista luego de acudir al Congreso local por invitación de Marcela Vieyra Alamilla, diputada priísta por el distrito de Tula, de donde es originario.
Según Rodríguez, hasta el momento no se han acercado miembros de partidos para invitarlo a que participe con ellos.
“Fíjate que no me han invitado, pero yo a nadie le diría que no porque construyo puentes”, dijo.
El estudiante, cuya nominación fue cuestionada en redes sociales, aseveró que desde los siete años, junto con sus padres, hace activismo con lo que denomina “educación para la paz”, que consiste en dar cursos a escuelas.
También, dijo, forma cuadros de defensores de derechos humanos en de Tlaxcoapan, donde creció.
Rodríguez fue propuesto para el galardón por el académico Juan Gabriel Zamora Jiménez.
“Ahora estoy en un año sabático y estudiaré Derecho y Ciencias Políticas”, añadió.