Por la muerte de la hija recién nacida de una indígena náhuatl, a quien sin su consentimiento le colocaron un dispositivo de control natal, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación a los gobiernos de Hidalgo y Puebla.
La mujer, de 21 años de edad, con 31 semanas de embarazo, llegó al Hospital Integral de Puebla, donde le dijeron que la trasladarían al Hospital General de Huauchinango, porque no se contaba con ginecólogo, anestesiólogo ni pediatra.
Sin embargo, según la recomendación de la CNDH, el traslado no se realizó, por lo que la joven llegó por su cuenta al día siguiente al Hospital General de Pachuca.
“(Ahí) fue internada y dio a luz una niña que presentó complicaciones que le produjeron inestabilidad cardiorrespiratoria y la muerte; además, se determinó que a la paciente se le colocó el DIU sin su consentimiento informado”, indicó la comisión.
Esto último, dijo la CNDH, constituye un acto de violencia obstétrica y una afectación a su derecho a la libertad y autonomía reproductiva.
“La CNDH recomendó al gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, provea al Hospital Integral de Pahuatlán de Valle de especialistas en ginecología, obstetricia y pediatría, para atender de manera eficaz y con oportunidad las urgencias obstétricas”, señala la recomendación.
“Al gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, le recomendó reparar el daño a las víctimas, que incluya compensación y rehabilitación; se otorgue atención médica de seguimiento a la mujer y su esposo en el Hospital General de Tulancingo o algún otro centro de atención médica”.