CRÓNICA
El tema “Derechos Laborales” versó sobre las anomalías que, acusó el panista, cometió quien dejará el cargo sindical al final de esta semana.El diputado Miguel Ángel Uribe Vázquez subió a la tribuna del Congreso local para reclamar las plazas otorgadas a amigos y familiares del líder de la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo, durante su gestión.
Al condenar el actuar del dirigente, de las butacas del recinto legislativo emergió un grupo de docentes que lo increpó.
“Lacayo de Moisés Jiménez y Mirna García”, “traidor”, “fuera”, “no representa a los maestros diputados, no tienes derecho de opinar”….
Desde su curul, el legislador panalista Eliseo Molina, amigo del dirigente de la Sección XV, observaba la escena de quienes minutos antes se acreditaron como sus invitados.
“Cómo es posible, diputados panistas, que tengan a este hombre que no ha estado frente a grupo”, gritó un hombre que dijo ser maestro. “Explica cómo le robó al SNTE, Mirna. Eso póngalo en las notas y los vídeos”, espetó otro a Uribe.
La presidenta de la mesa directiva para los trabajos legislativos de marzo, Gloria Romero, pidió a los profesores que dejaran exponer el tema a su compañero de bancada. Sin respuesta positiva, dictó un receso de 15 minutos.
En el descanso de la confrontación, algunos reporteros se acercaron a los quejosos, quienes expresaron no estar autorizados para hablar.
Molina Hernández también aprovechó el break para decir que los manifestantes no eran sus invitados, al tiempo que pidió a Uribe Vázquez “aclarar” el estatus de su plaza en el área de Escuelas Normales de la Secretaría de Educación Pública (SEPH).
Su compañero de legislatura, el increpado, en entrevista alterna, expresó a los miembros de los medios de comunicación –tras hacer un análisis sencillo– quién invitó a los quejosos: “Los únicos que saben las exposiciones del siguiente día son los diputados. Yo creo que los trajo Eliseo”.
La intención de quienes intervinieron su discurso, continuó su deducción, era “impedir” que denunciara “de dónde se han dado claves y ascensos” en la gestión de Sinuhé.
Uribe no negó sus lazos con Moisés, exlíder magisterial cuya sombra persiste en el SNTE, a quien reconoce como su “amigo”, pero no lo mandó a fustigar al dirigente gremial, sostuvo.
Romero León determinó que no había condiciones para que el panista subiera de nueva cuenta a tribuna y concluyó los trabajos de la sesión del martes.
