Lejos de ser una zona de atracción turística, el entorno del Acueducto del Padre Tembleque se ha convertido en una región insegura para los visitantes, quienes se han alejado ante los hechos delictivos que se registran de manera cotidiana.

Así lo señaló Mateo Linaza Ayerbe, presidente de la Asociación de Haciendas del Estado de Hidalgo, quien planteó que en 2015, cuando dicha obra arquitectónica fue declarada Patrimonio Mundial, se pensó que iba a ser un detonante del turismo.

Sin embargo, a año y medio de haber obtenido el reconocimiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), la llegada de turistas al monumento hidráulico ha reflejado una caída “importante”.

“Desgraciadamente hay inseguridad y asaltos, estamos en la zona limítrofe con el Estado de México, delinquen en el estado de Hidalgo y se van a refugiar allá; yo personalmente he sido víctima de esa delincuencia, me asaltaron a mano armada”,
dio a conocer el empresario.

En una industria como ésta, dijo, la promoción de un destino turístico va “de boca en boca” y este tipo de hechos, sostuvo Linaza, provocan pérdida de interés por parte de los visitantes y los agentes turísticos. “La gente ya no está yendo”, lamentó.

En la zona del acueducto, visitantes han sido despojados de teléfonos móviles, sistemas GPS, bicicletas, carteras y relojes, actos cometidos, en algunos casos, por sujetos a bordo de motocicleta, “pero también han asaltado autobuses completos de turistas”, indicó el representante local.

De acuerdo con Linaza, el problema es serio, por lo que recuperar el turismo llevará tiempo. “Al principio del nombramiento como Patrimonio Mundial llegaban entre semana uno o dos autobuses de turistas, y en fin de semana, tres o cuatro, pero ahora no viaja ninguno”.

A fin de frenar los hechos delictivos, una alternativa es instalar cámaras de videovigilancia, así como la operación de un Centro de Cómputo, Comunicación y Comando, pero hasta el momento ninguno se ha concretado, agregó.

PATRIMONIO

El 5 de julio de 2015, la Unesco determinó inscribir al Acueducto del Padre Tembleque en su lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad.

El monumento arquitectónico fue construido a lo largo de 17 años, de 1554 a 1571, sobre 48.22 kilómetros entre los límites de Hidalgo y el Estado de México. La arquería principal tiene una altura de 39.65 metros.

Para otorgar el distintivo, el organismo internacional se basó en que la edificación representa una obra maestra del ingenio creativo del hombre, es testimonio de un intercambio de influencias y representa un modelo sobresaliente de un tipo de construcción.

Mateo Linaza descartó que el nombramiento sea retirado debido al problema de inseguridad, pues no es un elemento a considerar por parte de la Unesco.