La oficina en Hidalgo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) alertó sobre siete casos de personas a quienes les ofrecieron dinero por entregar su firma electrónica a un tercero, con la finalidad de realizar deducciones fiscales o declaraciones falsas.

De acuerdo con el administrador local, Rogelio Naranjo Dávalos, para que otros realicen trámites ante la autoridad hacendaria con identificador tributario ajeno, los contribuyentes recibieron ofertas de 500 a 3 mil pesos.

Sin embargo, advirtió, esta práctica constituye un delito, como fraude fiscal, pues la firma electrónica es equivalente a la autógrafa. Este tipo de hechos, alertó, los cometen personas con la finalidad de defraudar al SAT. Para ello se valen del desconocimiento de los contribuyentes.

“Hay que recordar que la firma electrónica es como la firma autógrafa de un contribuyente; si se la entregan a una tercera persona puede presentar declaraciones, tal vez, apócrifas, o facturar para deducir fiscalmente”, explicó Naranjo.

El problema que se genera, apuntó, no es para la persona que pagó y utilizó la rúbrica electrónica, sino para el titular de ella, pues el contribuyente que la tramitó será responsable para efectos fiscales y penales, remarcó el administrador del SAT.

“Prácticamente es un delito que están cometiendo en contra de ese contribuyente que prestó su firma. Pero no puede venir y decir ‘es que la presté’, pues el responsable para efectos fiscales siempre va a ser el contribuyente que tramitó su firma electrónica”, reiteró el funcionario federal.

Naranjo Dávalos insistió en que estos hechos constituyen un delito federal, al presentar declaraciones o facturar con una rúbrica ajena.
“Por ejemplo, el que factura indebidamente, hay un fraude fiscal”, señaló.