El gobierno de Francisco Olvera Ruiz cerrará con dos vacantes en el gabinete que no fueron cubiertas en el último año: la representación del Poder Ejecutivo en la Ciudad de México y el coordinador del despacho del gobernador.

La primera está acéfala desde enero de 2015, cuando Roberto Pedraza Martínez dejó el cargo después de ser designado secretario de Turismo y Cultura, en sustitución de Alfredo Bejos Nicolás, quien, tras ocho meses en funciones, renunció para buscar una diputación federal. Antes, había solicitado licencia a su cargo como representante por el distrito de Pachuca en la LXII Legislatura, que terminó con su último periodo ordinario de sesiones el 30 de julio.
A cargo de esta dependencia, desde que se quedó sin titular, se encuentra el director general Gilberto Barrera Segovia. En total, esta oficina de representación tiene diez personas asignadas, de acuerdo con el directorio de funcionarios del poder Ejecutivo.
Pedraza Martínez percibía un salario mensual de 52 mil 278 pesos, como trabajador de confianza nivel 14, mismo que ostenta actualmente como responsable de Turismo y Cultura.
En la coordinación del despacho del gobernador tampoco hay una persona “designada” debido a que Ricardo Crespo Arroyo, quien fue nombrado para ese encargo en noviembre de 2015, en sustitución de Miguel Ángel Cuatepotzo Costeira, actual secretario de Educación, se deslindó durante el proceso electoral para asumir tareas partidistas.
Tras la salida del expresidente del CDEdel Partido Revolucionario Institucional (PRI) también quedaron vacantes la secretaría particular del coordinador y la Unidad del secretario técnico del gabinete.