Con tiro de gracia, incineradas en vida, asfixiadas o muertas a golpes, son encontradas un mayor número de mujeres en Hidalgo, lugar en el cual los feminicidios se han incrementado, ya que de 2013 a 2015, el número prácticamente se duplicó.

Las cifras entregadas por la Procuraduría General de Justicia en Hidalgo (PGJH) muestran que de 2013 hasta el primer semestre de 2016 se han tenido registro de 61 casos.
Al desglosarlas, se muestra que mientras en 2013 se registraron como feminicidios 11 casos, en 2015 se llegó a los 20 asesinatos cometidos contra mujeres.
Estas cifras no coinciden con las consideradas por organizaciones civiles como el Seiinac (Servicios de Inclusión Integral AC) que contabilizó, a través de sus distintas áreas de estudio y análisis, citó que en 2015 se registraron 32 muertes violentas que pudieron ser calificados como feminicidios.
De acuerdo con las causas de muerte, la PGJH expuso como reiterada la asfixia con algún objeto o bien con las manos; desangrado por lesiones cometidas con armas punzocortantes; fracturas craneales a causa de golpes contra el piso o con objetos; disparos de arma de fuego.
En todos los casos prevalece el factor de violencia desmedida, al existir algunos en donde se habla de multifracturas craneales, debido a fuertes impactos.
Luego de las nueve muertes de mujeres registradas en 2013 en la región de Tula, fue tipificado en Hidalgo el delito de feminicidio, año de partida para el recuento oficial.
Sin embargo, organizaciones como Seiinac, mostraron que las muertes violentas de mujeres se han reportado en la zona del Valle del Mezquital, al igual que en Tulancingo y Tizayuca.
El lunes anterior, relata la nota roja de un medio regional de Tula, fue encontrado un cuerpo femenino sin vida, flotando sobre la presa Endhó. La fotografía muestra el dorso de la mujer desconocida que fue trasladada a Pachuca para la práctica de la necropsia legal, bajo protocolos de feminicidio.