Entre empujones y gritos como “regresa lo que te llevaste”,  Filiberto Hernández Monzalvo, expresidente de Mineral de la Reforma, escapó de los medios de comunicación para evitar cuestionamientos sobre adeudos y desfalcos en su administración.

 Argumentando que tenía “otras cosas que hacer”, el priísta acudió ayer al ayuntamiento a finiquitar el proceso de entrega-recepción, al que también asistió el nuevo alcalde, Raúl Camacho Baños, y personal de la Auditoría Superior de Hidalgo (ASEH).

A cuatro días de que dejó el cargo, el exmunícipe mineralense fue señalado por el alcalde en funciones de dejar en vacías las arcas de la presidencia municipal. También el exregidor Jorge García Montes de Oca lo acusó de desviar los recursos del fondo para aguinaldo a exasambleístas.

De igual forma, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Hidalgo demandó a Hernández Monzalvo el pago de 800 mil pesos por concepto de prestación de servicios de tres constructoras asociadas.

“No tengo conocimiento de la acusación del desvío de los recursos del fondo de participaciones (para los regidores). Lo que sí puedo decir es que la parte proporcional está resguardada y los aguinaldos (para los empleados) están en una cuenta que fue creada a raíz de un convenio que hicimos con la Secretaría de Finanzas del estado”, señaló Hernández al salir, entre empujones, de la Teleaula municipal, donde ciudadanos le gritaron “ratero”.

Sin embargo, el exedil no quiso responder a otros cuestionamientos, bajo el argumento de que tenía cosas que hacer.

Por su parte, Camacho aseveró que su administración no va a pagar los adeudos que adquirió el expresidente municipal. Además, informó que dejó más de cien obras inconclusas, las cuales son cuantificadas por la actual administración.