Guadalupe Jerónimo Hernández, mujer de 70 años  en situación de abandono por parte sus hijos y familiares, quien padece carcinoma  y desnutrición severa,  fue trasladada ayer al Hospital General de Pachuca, donde  médicos generales y especialistas la valoraron y determinaron que los daños en su rostro son irreversibles. Además,  las autoridades estatales iniciarán una carpeta de investigación y  un juicio de pensión alimenticia a su favor.

En su edición de este jueves, Criterio publicó que la septuagenaria  no tiene una cuarta parte de su rostro por un cáncer que le carcomió el ojo izquierdo. De su cara sale pus y un olor putrefacto, por lo que  la doctora Esperanza Cruz, quien tiene un consultorio de genéricos en San Agustín Tlaxiaca, pidió un acto de “humanidad y que sea efectivo el acceso a la salud” para la adulto mayor.

De acuerdo con un comunicado del Sistema DIF Hidalgo, se detectaron heridas en diversas partes del cuerpo de Guadalupe, causadas por una larga estancia inmovilizada en cama.

“Estas últimas serán atendidas y tratadas a fin de rehabilitarlas gradualmente”, dijo el organismo de asistencia social.

En tanto, la titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia, Laura Karina Ramírez Jiménez, tras acudir en compañía del presidente del DIF municipal San Agustín Tlaxiaca, Alberto del Villar Escalona, al domicilio de la mujer y percatarse de las condiciones en las que se encontraba, comenzó el preparativo de argumentos legales para abrir una carpeta de investigación, así como un juicio de pensión alimenticia a favor de la anciana, “toda vez que los hijos tienen la obligación de proveerla”.  

Para que lleve un tratamiento médico “en tiempo y forma” y sea atendida con los cuidados que requiere, añade el escrito, las autoridades determinaron el ingreso de Guadalupe  al área de hospitalización de la Casa de la Tercera Edad, donde permanecerá los siguientes 30 días.

Tras ese plazo, de acuerdo con la situación médica y jurídica
en la que se encuentre, se determinará si es posible que regrese a su vivienda o se convierta en residente permanente de este centro asistencial, en el cual sus hijos tendrán que cumplir con condiciones preestablecidas, como el pago de la cuota de recuperación, así como estar al pendiente del estado que guarde.

Antes de este apoyo, el expresidente municipal de San Agustín Tlaxiaca Arturo Hernández Máximo, quien es vecino de la mujer, le regaló una  cama y una silla de ruedas, pero no la apoyó con un tratamiento
o medicamentos.