La satisfacción de dejar huella
 
Hace (91) meses
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Cambio, aprendizaje y satisfacción son tres conceptos comunes cuando se charla con Francisco Olvera y su esposa, Lupita Romero, respecto al tramo final de su sexenio como gobernador de Hidalgo. Cambio porque la llegada de una nueva administración estatal los mueve a buscar nuevos espacios tanto en lo físico como en lo personal; aprendizaje porque una y otra vez, a lo largo de la entrevista que ofrecieron a Politics, mencionan que su vida ha sido un largo camino de conocimiento; y satisfacción porque, en la carrera que han mantenido en diferentes ámbitos de la administración pública, están convencidos de que han dejado una huella en favor de la sociedad hidalguense.

Juntos el gobernador y su esposa, acompañados de sus hijos Francisco y Jorge, expresan sus puntos de vista como familia dedicada al servicio público. El escenario de la conversación es el hermoso casco de la exhacienda de La Concepción, La Concha, propiedad estatal ubicada al poniente de la capital hidalguense.

La cita con Politics combina la plática con una sesión fotográfica; tanto en los amplios y bien cuidados jardines, como al interior de un recinto decorado con detalle, la familia Olvera Romero luce relajada, contenta. Instalados en un pequeño salón habilitado como estudio y biblioteca, hay oportunidad de hablar de un balance de su actividad como gobernador y como presidente del DIF Hidalgo, respectivamente, y de su futuro.

Algunas preguntas de Politics las contestan tanto el gobernador como su esposa; otras son dirigidas solamente a uno de ellos. En todos los casos hay, sin embargo, cruce de comentarios, sonrisas y miradas entre la pareja. No faltan las risas en algunos momentos relajados.

 

—Dicen que el tiempo vuela cuando uno se divierte. ¿Aplica esta frase para el sexenio?

—Francisco Olvera Ruiz (FOR). No ha sido exactamente una diversión, porque ha habido momentos complejos, momentos de mucho trabajo, de mucho esfuerzo; pero son tantos los temas que se ven tanto en el gobierno, y lo podría decir Lupita tanto en el DIF, que el tiempo vuela. Y por supuesto que a veces, cuando ha dedicado toda la vida a esta carrera, yo no diría que se divierte uno, pero sí que disfruta uno trabajando al servicio de los demás.

—Lupita Romero de Olvera (LRO). Para mí sí el tiempo vuela, porque después de casi 17 años de trabajar ahí voy a dejar el Sistema DIF Hidalgo, y realmente para mí sí ha sido un volar, pero un volar de aprendizaje en el tema de la asistencia social. Y como siempre lo dije, es la cara bonita del gobierno, pero también donde se viven a diario alegrías y tristezas. Pero desde luego que se disfruta trabajar cerca de la gente, y sobre todo ayudando a las personas en estado de vulnerabilidad.

 

—Cuando uno inicia un proyecto, normalmente tiene una idea en la cabeza; ¿qué tan difícil resultó en su caso aplicar esa idea? Y el resultado, ¿es muy diferente, o se parece a lo que tenía pensado?

—FOR. Es parecido a lo que tenía pensado, porque la mayor parte de los proyectos que se incluyeron en el Plan Estatal de Desarrollo se cumplieron. También diría que la gran cantidad de compromisos que hice con la sociedad, se cumplieron. Entonces en esa parte podemos decir que hay una confianza de haber cumplido con la encomienda, con el concepto original.

“Sin embargo sí creo que algo nos faltó. Nos tocó una época difícil, de escasos recursos; cambio de régimen de gobierno federal; sobre todo los últimos años con la economía exterior que influye en el desempeño económico interior, pues algunas metas se quedaron parcialmente concretadas, y esto no nos tiene satisfechos. Pero creo que a final de cuentas el resultado es en un margen bueno. Ni muy bueno, ni medio bueno; simplemente bueno a secas.

 

—¿Es el mismo caso de doña Lupita?

—LRO. Pues sí. En el caso de la asistencia social siempre lo hemos dicho: no hay recurso que alcance. Sin embargo si fue en muchas ocasiones como lo imaginé. En muchos casos tuve que tomar decisiones importantes; siempre dije que era muy diferente estar abajo del barco, que uno comandándolo. Y las decisiones que se tomaron siempre fueron para el bien de la gente del estado. Se innovaron proyectos,  creo que cumplimos con el Plan Estatal de Desarrollo en el tema de asistencia social. Trabajamos los Centros de Desarrollo Humano, y fuimos avanzando día con día sobre todo en dos ejes fundamentales que nos propusimos desde el primer día en que llegué al Sistema DIF Hidalgo como presidenta del patronato, que son la corresponsabilidad y el desarrollo humano.

 

—En el caso del gobierno estatal, uno de los conceptos en los que más se enfocó fue en el de Beneficios. ¿Cómo se traducen en la sociedad esos beneficios hoy?

—FOR. Son dos formas en las que se pueden ver. Uno: se llevaron a cabo todas esas obras de infraestructura o de beneficio que le hacían falta a la gente. Hablamos de que la gran obra del gobierno está compuesta por cerca de 25 mil obras que se hicieron en varios municipios y comunidades. Entonces hay una forma de ver los beneficios reflejados en todas aquellas obras que de una manera sirven para la gente; y van desde educación, salud, caminos, carreteras, agua potable, drenaje, etcétera. Todo lo que tiene que ver con infraestructura como obra.

“Pero por otro lado, en lo que creo que es más importante, es cuando la gente siente que hay un beneficio personal, cuando la gente siente que avanza, que da un paso adelante. ¿Esto cómo es? Bueno, logramos crear más de 38 mil empleos nuevos, sobre todo en la parte sur del estado; se mantuvieron vigentes todos los programas sociales que nosotros encontramos, e incrementamos otros. Entonces son beneficios y acciones que van directamente en beneficio personal del individuo, o de cada familia.

“Y esas son las dos formas de ver por qué hablábamos de beneficios. Beneficios colectivos, pero también beneficios en donde la gente siente que avanza y que mejora en lo individual y en lo familiar.

 

—Podríamos sacar una lista muy larga de acciones, de programas, de cosas que se han hecho.  ¿Cuáles son las tres acciones o los tres programas que más dejaron satisfecho al gobernador?

—FOR. Trabajar en favor de la educación como la mejor estrategia para darle la igualdad de oportunidades a una sociedad tan desigual como lo es la hidalguense. Porque no se vive igual en el sur, que en el centro, que en el norte; o en el Altiplano que en la Sierra; en el Valle del Mezquital, que en la Huasteca. Las circunstancias son totalmente diferentes.

Pero en medio de esa diferencia, de esa diversidad, inclusive cultural por tener tres zonas indígenas, la única alternativa es la educación, y creo que avanzamos. Los indicadores  educativos son verdaderamente sustanciales, en todos los niveles, y culminando con el proyecto insignia del trabajo en favor del conocimiento, como es la Ciudad del Conocimiento y la Cultura. La educación es una (satisfacción).

“Y luego un tema que nos da mucho orgullo es la paz social en la que vivimos en Hidalgo. No dejamos de tener problemas; no deja de haber incidentes, pero si nos comparamos con lo que pasa en otras entidades, la verdad es que podemos pensar que en Hidalgo se vive, se transita, se trabaja en paz, y eso es algo que es un valor para todos.

“Y la tercera acción que nos deja satisfechos es, como decía hace un momento, que a pesar de las crisis, que a pesar de los problemas económicos, pudimos hacer miles, miles de obras. Cumplimos a cien por ciento programas como Papelito Habla, inclusive lo superamos, porque el compromiso era hacer 500 obras, y la gente pedía la segunda y la tercera etapa, y llegamos a más de 650 obras en ese compromiso. Lo superamos porque fue la inercia que nos llevó la demanda de la sociedad, y supimos responder cuando hubo contingencias meteorológicas, en los huracanes, en las tormentas tropicales. Y hoy dejamos un estado… No deja de haber sus detalles, de algunas carreteras con baches, de algunas calles con problemas, pero dejamos una infraestructura creciente, y por eso hablamos de más de 25 mil obras.

“Y creemos que estas tres cosas, así resumidas, serían las tres acciones de las que podemos hablar como las de mayor importancia.

 

—¿Qué le costó más trabajo como gobernador? Inseguridad, desarrollo económico, educación…. Lo que realmente dijo: le sufrimos a esto.

—FOR. Sí le sufrimos con la seguridad. Porque tenemos varios frentes complejos, como es el sur, donde tenemos un Estado de México con altos indicadores de inseguridad, y que mucha gente se viene a cometer ilícitos de este lado; y por el lado oriental tenemos a las fronteras con Veracruz y Puebla, donde también mucha gente se viene de esas regiones  (para delinquir). Entonces había que estar pendiente permanentemente, todos los días, de un incidente, de un accidente, de un robo, de un asalto, o de un hecho violento. A mí nunca se me dejó de informar, nunca se me dejó de enterar, y por eso personalmente presidía yo las reuniones de la coordinación interinstitucional, donde están dependencias locales y federales. Mantener indicadores aceptables de seguridad y de paz social verdaderamente fue todo reto para Hidalgo.

“Afortunadamente hemos sido catalogados por instituciones privadas y públicas como uno de los estados más seguros y más pacíficos.

 

—En el caso de doña Lupita, como presidenta del patronato del DIF, vi un marcado interés por los valores familiares; atención a sectores desprotegidos… ¿Sí logró sus metas? ¿Le faltó algo por mejorar?

—LRO. Definitivamente siempre hay algo por hacer; algo innovador. Sin embargo estoy satisfecha por el trabajo realizado en este tiempo. Porque afortunadamente conté siempre con el apoyo, primero que nada, de mi familia, de mi esposo el gobernador, de mis hijos Paco y Jorge, y luego de toda la gente que se sumó siempre conmigo, como fueron los clubes de servicio, las organizaciones y fundaciones civiles, la ciudadanía en general, que siempre apoyaron los proyectos del Sistema DIF Hidalgo para llevarlos a cabo.

“Y entre otros podemos mencionar cuando se presentó el concierto de Maná, de Miguel Bosé, que fueron precisamente para hacer proyectos en beneficio de la gente. Hoy podemos ver la nueva Casa de la Mujer Hidalguense, que fue por el concierto de Maná; el Espacio de las y los Adolescentes, que fue por el concierto de Bosé. Trabajamos también muy fuerte en el Hospital de la Niñez Hidalguense, del DIF; en lo que es el área de cancerología se hicieron instalaciones nuevas para atender a nuestros niños, a nuestras niñas que padecen esta enfermedad. Creo que pudimos avanzar.

“Tuvimos éxito también en el Programa Alimentario, disminuyendo la desnutrición en Hidalgo; entonces hemos podido avanzar en rubros importantes en beneficio de la gente.

 

—Me ganó mi pregunta. De todos modos la hago. Además de su familia, ¿de quienes recibieron más apoyo?

—LRO. Primero que nada en mi caso, el sentirme apoyada y fortalecida por mi pareja; independientemente de que era el gobernador del estado, creo que para mí fue fundamental. Lo repito: el respaldo, apoyo y comprensión de mis hijos también.

“Pero siempre recibimos el apoyo, el trabajo y la participación, en mi caso, de las los 84 presidentas y presidentes de los DIF municipales, trabajo que también es importantísimo porque son los que llegan a las comunidades más lejanas a llevar nuestros programas sociales, y a estar cerca de la gente. Creo que también merecen de mi parte un reconocimiento y mi agradecimiento, porque fue importante el trabajo que realizamos con los DIF municipales.

 

—¿Y en el caso suyo, gobernador?

—FOR. Indiscutiblemente tener como soporte, y así se lo he dicho permanentemente a mi esposa, a Lupita, el tenerla a ella como soporte de mis hijos, como inspiración y fortaleza, siempre ayuda en la motivación para hacer el trabajo.

“Después de ello, conté con un buen equipo humano. Creo que el equipo siempre respondió; hubo excepciones, como siempre pasa, pero en su gran mayoría el equipo con el que conté estuvo a la altura de las expectativas.

“Pero desde luego que yo no hubiera podido realizar muchas de las acciones sin el respaldo que tuve del gobierno federal de manera permanente. Medianamente en los dos primeros años, pero fundamental el apoyo que tuve del presidente Enrique Peña Nieto en los últimos tres es lo que nos ha permitido concretar gran parte de las tareas que dejamos como legado a la sociedad hidalguense.

 

—¿Es fácil quitarse el traje de gobernador cuando llega a su casa?

—FOR. No siempre, porque es cuando la esposa, la señora, tiene oportunidad de acordar temas. Entonces uno llega a la casa a tratar de descansar, y ‘fíjate que tengo este problema’, ‘me falta un pendiente’, ‘¿qué pasó con aquel asunto que te encargué?’. Entonces siempre sigue uno trabajando, a veces cuando no quiere uno.

“Y luego, además, encuentra uno siempre documentos en casa que hay que atender; o llegan las llamadas de emergencia, las que nunca faltan, y es difícil. Pero llega un momento cuando puede uno disfrutar de un fin de semana tranquilo, de un domingo viendo la televisión, yendo a comer con la familia en el que sí, obligadamente, se despoja uno del traje, y entonces es uno esposo, padre de familia, porque no faltan los problemas, no falta el atender lo que a todo mundo le pasa: los problemas con los hijos, con la escuela, que una enfermedad… Entonces es en los momentos en que no sirve de nada ser gobernador, y tiene que ser uno auténticamente padre de familia.

 

—Y en el casi suyo, ¿cómo concilia su papel en el DIF con el de esposa del gobernador, esposa del señor Olvera?

—LRO. La verdad es que no ha sido complicado. Al principio pensé que sí, que iba a ser más complicado, más difícil poder organizarme; pero yo siempre he comparado, y me he comparado, con todas mujeres como un pulpo, que tiene diferentes tentáculos y que puede, debe, y logra, obtener todo lo que quiere. Entonces fue muy fácil ir organizando el DIF, ir organizando familia, ir organizando esposo; esposa del gobernador, mamá… fue realmente fácil, y creo que hoy realmente sí se da un cambio, porque es normal; pero lo principal es que tenemos el cariño y el apoyo de nuestros hijos, Paco y Jorge, y eso ha sido importante. Hoy ellos están en una etapa en la que están comenzando a vivir la adolescencia, y creo que es importante que estemos unidos como familia para poder fortalecerlos.

 

—Paco. ¿Es difícil ser hijo de tu papá?

—No…

—¿No te molestan en la escuela?

—No…

—¿Le reclamas algo?

— …

Interviene el gobernador:

—A veces (risas). Por ejemplo: cuando venía el Tuzobús era mi principal crítico; también me reclamaba mucho que el Pachuca no quedara campeón; que en mí época como gobernador no habían sido campeones, y en otras épocas sí. Era su trauma, su coraje. Hoy que Tuzos ya lo es, por eso está más tranquilo. Ya cumplimos.

 

—Y Jorge: ¿es difícil ser hijo de tus papás?

—No… (silencio).

El gobernador señala:

—Jorge habla con la mirada…

 

—Creo que habrá habido algún momento en el sexenio en por el trabajo tuvieron ganas de aventar la toalla, de decir ¡Ya, hasta aquí!… ¿Sí hubo un momento así? Y si lo hubo, ¿cómo se superan esos momentos?

—FOR. No. Y la verdad es que no por una razón: en lo personal, desde que estaba en la secundaria, participaba en lo que eran las planillas; y como todo: a veces ganábamos, y a veces perdíamos; a veces éramos mesa directiva, y a veces no lo éramos. Y lo mismo pasó en la prepa, en la universidad; inclusive llegué a ser presidente de la federación de estudiantes.

“Dijéramos que la federación de estudiantes fue ya el reto mayor que tuve, una etapa no exenta de conflictos, no exenta de problemas, y llegué a ser presidente de la federación en 1979; si hacemos cuentas de cuántos años son hasta acá, vemos que son bastantes en esto. Y uno aprende a transitar con las crisis; a sobrellevarlas; a darles su tiempo; a respirar profundo; a saber cuándo tengo que resolver esto hoy, porque no hay más plazo, o cuándo mejor le doy un tiempo tanto de maduración al problema, como de reflexión para encontrar las mejores ideas. Cuándo debo resolverlo solo; cuándo debo resolverlo en equipo; cuándo debo resolverlo pensando solo. Muchas veces, aunque no haya la idea en el momento por la diferencia de áreas, muchas veces platicar los problemas con mi esposa me libera un poquito, y me hace pensar en voz alta, y a veces de mejor manera.

“Creo que nunca tuvimos un momento que yo recuerde en que dijéramos: ‘Oye, esto está demasiado complicado, esto no es para nosotros, vamos a dejarlo’. Porque toda la vida hemos andado en esto. En diferentes momentos, en diferentes etapas críticas, y afortunadamente las hemos superado.

“Incluso hoy, que estamos a punto de dejar el gobierno, sabemos que todo tiene su fin, su momento; y ni nos desesperamos por decir: ‘Qué lástima que ya nos vamos’, ‘qué pena que ya nos vamos’. Nunca hemos atravesado ese momento. Lo que viene después es dejar un espacio donde tiene uno una posición privilegiada. Tampoco vamos a regresar a ser ciudadanos comunes y corrientes, y también de esto ya nos ha pasado; ya nos ha ocurrido que estemos en espacios públicos y los hayamos dejado. No es la primera vez y estamos preparados en lo familiar, en lo personal, para ahora que viene una nueva etapa, y que no debe ser de crisis: debe ser una etapa nueva vivencia.

 

—En el caso de los dos: ¿cuál ha sido el mayor elogio que hayan recibido en esto seis años? Algún momento en que recuerde que alguien les dio las gracias, o los felicitó…

—FOR. Creo que cuando el presidente Enrique Peña Nieto nos ha felicitado por algún logro, han sido momentos gratos. O cuando, sin haberlo buscado, alguien en un discurso se paró y me dijo: ‘Usted es el gobernador de la educación, y así lo identificamos en el estado’; independiente de lo que dice, uno piensa: ‘Bueno, lo que yo pretendía sembrar no era el elogio, pero ahí está reconocido el trabajo’. Cuando viene de manera espontánea de la gente algún reconocimiento, eso es importante.

“O cuando hace poco llegó un recado a la casa, de una niña que había tenido un problema serio de salud. Llegando a un hospital donde tenía a un pariente internado, salió una mamá desesperada porque su hija había tenido una crisis, y lo primero que se le ocurrió fue llevarla a ese hospital privado para atenderla; y por lo crítico de la niña ya no la dejaban salir, pues si la llevaban a un hospital público corría riesgo tan sólo en el tránsito; pero estando en el hospital privado el costo era mayor. Y la mamá me dijo: ‘Ya quise juntar dinero’, pero le costaba, por poner un ejemplo, 50 pesos, y la mamá decía ‘Nada más he recogido cinco. ¿Qué hacemos?’. Entonces le dije: ‘Déjeme revisar, yo le ayudo’; mandé investigar que efectivamente la niña no pudiera ser trasladada a un hospital público. Y cuando encontré que era crítico el caso, opté por pagar el costo del tratamiento, de la operación. Y hace poco mandó un recado la niña, con una foto de ella, dando las gracias y pidiendo conocerme, porque ella entendía que yo  la había ayudado sin siquiera saber quién era.

“Esos son detalles que uno va recogiendo, y que independientemente del beneficio personal que recibió alguien que hasta la fecha no conozco, pues la mamá probablemente si la vemos no la reconocemos, lo hace uno de manera altruista. El que ésta niña haya no olvidado una ayuda que recibió de manera totalmente desinteresada, son detalles que uno atesora y que son una gran satisfacción.

 

—LRO. Para mí ha sido todo tipo de vivencias todo el tiempo. Siempre algo pasa diferente, y sucede diferente en el DIF. En todos estos años ha habido un aprendizaje diferente. Desde una sonrisa de un niño con cáncer, que ya con eso dice todo; desde entregar un bebé, o una bebé en adopción para hacer una pareja feliz; desde poder entregar unos lentes para que un niño pueda ver, o una persona de la tercera edad; entregar un par de muletas; entregar una silla de ruedas; en fin. Simplemente la sonrisa de una gente, o de un niño o una niña, sin que diga nada, ha sido para mí el mejor elogio que pueda recibir porque quiere decir que he cumplido con ellos, con ellas, y he hecho mi mejor esfuerzo en este trabajo al frente del DIF.

 

—¿Qué sigue para la familia Olvera Romero?

—FOR. Hay tres cosas que debemos hacer: vamos regresar a la casa donde vivíamos antes de la gubernatura, aquí en Pachuca. Pero como creo que es importante darse un espacio personal, familiar, y darle espacio a la nueva administración del gobierno que viene, hemos decidido cambiar de ciudad. Y sin dejar de tener a Pachuca como residencia oficial, porque aquí se queda toda nuestra familia, todo nuestro pasado, nuestros antecedentes, nuestros hijos van a ir a estudiar a la Ciudad de México, vamos a acompañarlos. Entonces son dos detalles: primero, vamos a regresar a la casa donde vivíamos; segundo, tenemos que cambiar de residencia de manera temporal para que estudien los hijos, y también darnos un espacio, y darle espacio al nuevo gobierno, hacer una separación yo diría prudente; y la tercera es que seré un exgobernador que tendrá necesidad de trabajar. Entonces habrá que buscar chamba en la Ciudad de México.

 

—¿Sigue teniendo la correduría pública?

—Sí, claro. Es una alternativa. Nada más que esa está aquí, y tendría que buscar, que es una de las ideas, si podemos hacer el trámite federal para buscar el espacio en la Ciudad de México; y trabajar desde allí como abogado y como corredor público.

 

—¿Van a seguir yendo al futbol?

—Creo que sobre todo Paco no nos perdonaría el que no viniéramos a verlos los sábados que juega aquí el Pachuca; y cuando juegue en algún otro lugar cerca de la Ciudad de México, como Toluca, o en la misma capital contra Cruz azul, o Pumas, esos partidos nos van a quedar a la mano. Creo que Paco no nos perdonaría que no fuéramos con él al estadio, aunque la afición personal también me lleva a eso.

 

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PARA RECUADRO

 

El Congreso de la Unión, una experiencia a buscar

 

—Señor Olvera: ¿usted ya fue diputado, presidente municipal; ahora es gobernador. ¿Qué peldaño le falta en la escalera política?

— Bueno, yo no he sido diputado federal o senador. Son experiencias que me gustaría analizar. Creo que, como bien lo dice Lupita, éste camino no sólo es de trabajar, de responder, de resolver; también aprende uno. Todos los días se aprende; de la misma gente aprende uno Y creo que hoy hay un bagaje de conocimientos tanto en lo técnico jurídico, soy abogado y me he dedicado a estudiar derecho, quizá no con la dedicación que quisiera, pero lo he hecho, más la experiencia de gobernar y estar cerca de la gente. Eso nos puede permitir ser voz representando al país ya sea en la Cámara de diputados o en la de senadores. Eso es algo que no he tenido la oportunidad de experimentar, y por supuesto que sería una experiencia que me gustaría buscar.

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